Jueves 02 de Octubre de 2025

Triple Femicidio Vinculado al Narcotráfico: Detenciones en Perú y Traslado Inminente de Sospechosos

Publicado: 02-10-2025

En un caso que ha conmocionado a la sociedad argentina por su brutalidad y conexión con el crimen organizado, ocho policías federales y bonaerenses partirán hoy hacia Lima, Perú, para repatriar a uno de los principales implicados en el triple femicidio de tres jóvenes mujeres perpetrado en Florencio Varela. El hecho, ocurrido hace apenas una semana, involucra torturas, ejecuciones y entierros clandestinos, y apunta a una venganza narco como móvil principal.

Las víctimas, identificadas como Lara Gutiérrez (15 años), Brenda del Castillo (20) y Morena Verdi (20), fueron vistas por última vez el 19 de septiembre tras aceptar una invitación a una fiesta en el barrio de Bajo Flores, en la Capital Federal. En lugar de una celebración, fueron llevadas a una vivienda en la localidad de Villa Vatteone, Florencio Varela, donde sufrieron vejámenes inimaginables antes de ser asesinadas. Sus cuerpos, con evidentes signos de tortura, fueron descubiertos el 24 de septiembre durante un allanamiento policial en la propiedad de uno de los sospechosos.

El caso escaló rápidamente a nivel internacional cuando las investigaciones apuntaron a Tony Janzen Valverde Victoriano, alias «Pequeño J», un presunto narco peruano radicado en Argentina, como el autor intelectual de los crímenes. Junto a él, su mano derecha, Matías Agustín Ozorio, también de nacionalidad peruana, fue señalado como coautor directo. Ambos fueron detenidos el 30 de septiembre en territorio peruano: Ozorio en Lima y «Pequeño J» en la localidad costera de Pucusana. Fuentes policiales confirmaron que las capturas se lograron gracias a alertas migratorias y cruces de bases de datos internacionales, tras un rastro que los llevó a huir del país sudamericano.

Un Crimen en Cadena: De la Fiesta a la Fosa Común

El relato reconstruido por los investigadores pinta un panorama escalofriante. Las tres jóvenes, todas oriundas del conurbano bonaerense, fueron contactadas a través de redes sociales para asistir a lo que se prometía como una reunión inofensiva. Sin embargo, una vez en el lugar, cayeron en una trampa orquestada por el grupo liderado por «Pequeño J», presuntamente motivada por deudas o traiciones en el mundo del narcotráfico menor.

En la casa allanada, ubicada en un barrio humilde de Florencio Varela, los peritos forenses hallaron no solo los cuerpos envueltos en plásticos y enterrados en el patio trasero, sino también evidencias de violencia extrema: ataduras, golpes y posibles signos de asfixia. Ariel Giménez, uno de los detenidos, fue acusado específicamente de haber cavado la fosa donde se ocultaron los cadáveres.

Hasta el momento, el saldo de aprehendidos asciende a nueve personas en Argentina y Perú. En territorio nacional, ya están bajo custodia Magalí Celeste González Guerrero (28), presunta organizadora logística; Andrés Maximiliano Parra (18), Iara Daniela Ibarra (19) y Miguel Ángel Villanueva Silva (27), todos trasladados al penal de Melchor Romero. Además, Víctor Sotacuro Lázaro fue capturado en la frontera con Bolivia, en Villazón, mientras que Florencia Ibáñez cayó por su vinculación con el vehículo usado en la noche del crimen.

Uno de los detalles más impactantes surgió de los mensajes de texto enviados por González Guerrero a su madre adoptiva durante el allanamiento policial: «No sabés nada, no digas nada, borrá todo ya». Esta frase, revelada por fuentes cercanas a la causa, ilustra el intento desesperado de encubrimiento en medio del caos.

Cooperación Internacional: El Puente Aéreo Hacia la Justicia

La respuesta policial ha sido inmediata y coordinada. Hoy, a las 11 horas, un avión de la Fuerza Aérea Argentina despegará desde la base de El Palomar con destino a Lima. A bordo viajarán ocho agentes de la Policía Federal Argentina (PFA) y la Policía Bonaerense, encargados de escoltar a Matías Ozorio de regreso al país. El peruano fue expulsado de Perú por orden judicial y se espera que llegue a Buenos Aires en las próximas horas para ser imputado por homicidio agravado por alevosía y contexto de narcotráfico.

Paralelamente, se iniciaron los trámites formales para la extradición de «Pequeño J», quien permanece detenido en Perú a la espera de la resolución diplomática. «Este es un golpe significativo contra las redes transnacionales de narcotráfico que operan en el conurbano», comentó un alto funcionario de la PFA, bajo condición de anonimato, destacando la importancia de la colaboración con las autoridades peruanas.

El caso, caratulado como «triple homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas en contexto de narcotráfico», es investigado por la Unidad Fiscal Especializada en Homicidios de Lomas de Zamora. Expertos en criminología advierten que este femicidio no es aislado, sino parte de una ola de violencia de género exacerbada por el crimen organizado, que en lo que va del año ha cobrado al menos 15 vidas en el Gran Buenos Aires.

Voces de Dolor y Llamados a la Acción

Familiares de las víctimas, aún en shock, han exigido celeridad en el proceso. «Lara era solo una chica de 15 años, con sueños de futuro. No merecían esto», expresó la madre de Gutiérrez en un breve testimonio ante los medios. Organizaciones feministas, como Ni Una Menos, ya convocaron marchas para el fin de semana en reclamo de mayor protección contra la violencia narco.

Mientras el avión surca los cielos rumbo a Perú, el triple femicidio de Florencio Varela se convierte en un recordatorio crudo de las sombras del narcotráfico en la región. La justicia argentina, con apoyo internacional, parece decidida a no dejar impunes estos crímenes. Pero la pregunta persiste: ¿cuántas vidas más se perderán antes de que se corten de raíz estas redes de horror?

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