¡Argentina Sub 20 a la final del Mundial de Chile 2025! Silvetti brilla y la Albiceleste sueña con el título tras 18 años
Publicado: 15-10-2025
En un partido cargado de intensidad y emociones, la Selección Argentina Sub 20 de Diego Placente se impuso por 1-0 ante Colombia en las semifinales del Mundial de la categoría que se disputa en Chile, asegurando su boleto a la gran final del próximo domingo. El golazo de Mateo Silvetti, el «amuleto» de la Albiceleste, desató la euforia en el Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos de Santiago, donde miles de hinchas argentinos y chilenos ovacionaron a un equipo que no para de ilusionar.
El encuentro, disputado bajo un cielo nublado y con un ambiente eléctrico, comenzó con ambos equipos midiendo fuerzas. Colombia, dirigida por César Torres y con el capitán Kener González al frente, salió con garra y generó las primeras chances claras. Un cabezazo de Joel Canchimbo en los primeros minutos puso a prueba al arquero Santino Barbi, de Talleres, quien respondió con una atajada milagrosa que salvó el cero en el arco argentino. Los cafeteros, invictos en el torneo hasta ese momento, presionaron con su habitual verticalidad, pero la defensa liderada por Tobías Ramírez y Julio Soler se mostró impenetrable.
La respuesta argentina llegó de la mano de su tridente ofensivo: Gianluca Prestianni, Ian Subiabre y Alejo Sarco. En el minuto 31, un contraataque letal culminó con un pase filtrado de Subiabre –el héroe del Sudamericano Sub 20 con su gol en el 1-0 ante Colombia en febrero– que dejó mano a mano a Silvetti. El mediocampista de Argentinos Juniors no perdonó: con un zurdazo cruzado y preciso, clavó el balón en el ángulo y desató el delirio. «Es un sueño hecho realidad. Jugamos con el corazón por esta camiseta», declaró Silvetti al término del partido, visiblemente emocionado.
El segundo tiempo fue un ida y vuelta agotador. Colombia se volcó al ataque, pero una expulsión clave cambió el rumbo: Jhon Rentería vio la roja por una falta dura sobre un jugador argentino, dejando a los cafeteros con 10 hombres desde el minuto 65. Placente, fiel a su estilo sereno y estratégico –inspirado en Lionel Scaloni–, ajustó las piezas con la entrada de Milton Delgado y Tobías Andrada, consolidando el control del mediocampo. Un remate de Sarco en el área chica casi amplía la ventaja, pero el travesaño lo negó. Al final, el 1-0 se mantuvo firme, y la Albiceleste selló una victoria que sabe a gloria.
Este triunfo no es casualidad. Argentina llega invicta al duelo definitorio, con un recorrido impecable: victorias en la fase de grupos ante Cuba (3-1), Australia (4-1) e Italia (1-0); una goleada 4-0 a Nigeria en octavos y un sólido 2-0 frente a México en cuartos, con Silvetti y Maher Carrizo como artilleros destacados. A pesar de las bajas por lesión y suspensión –como Valente Pierani, Carrizo y Álvaro Montoro–, el equipo demostró resiliencia y un fútbol colectivo que evoca las glorias pasadas.
Placente, en rueda de prensa, no ocultó su orgullo: «Estos pibes tienen hambre de historia. Hace 18 años que no pisamos una final de este torneo –desde la de Canadá 2007, camino al título con Di María y compañía–, y ahora vamos por todo. El domingo contra Marruecos o Francia será una batalla, pero estamos listos». El DT marplatense, conocido por su humildad y conducción calmada, ha transformado a esta generación en un bloque sólido, con énfasis en la posesión y la transición rápida.
En la otra semifinal, Marruecos sorprendió al eliminar a Francia por penales en Valparaíso, avivando la chance de una final inédita. El dominó 19 de octubre, a las 20 horas (hora argentina), en el mismo estadio de Santiago, definirá al campeón. Sudamérica ya garantiza un finalista, pero Argentina apunta más alto: revivir la mística de sus seis títulos mundiales juveniles y agregar una estrella más a su rica historia.
La ilusión crece en Buenos Aires y en todo el país. ¿Podrá la Sub 20 emular a las generaciones de oro? Por ahora, la respuesta es clara: sí, y con creces. El fútbol argentino late fuerte en Chile, y el mundo juvenil está advertido. ¡A por la copa!