Miercoles 03 de Diciembre de 2025

Propuesta de impuesto a emisiones de metano en el ganado bovino genera debate en Buenos Aires

Publicado: 01-12-2025

Una iniciativa legislativa presentada en la Legislatura bonaerense busca gravar las emisiones de metano producidas por el ganado vacuno, en un esfuerzo por mitigar el cambio climático. El proyecto, impulsado por la legisladora Lucía Lorena Klug del bloque Unión por la Patria (UxP), ha desatado críticas inmediatas del sector agropecuario, que lo califica como una medida perjudicial para la producción y el empleo rural.

La propuesta, denominada «Tasa Ambiental sobre el Metano en Buenos Aires» (TAMBA), establece un impuesto que los productores ganaderos deberían abonar en proporción a los kilos de dióxido de carbono equivalente (CO?e) emitidos por sus animales. Este cálculo se basaría en la cantidad de cabezas de ganado que posean, con el fin de internalizar los costos ambientales asociados a la ganadería. Según el texto del proyecto, los fondos recaudados se destinarían a un fondo fiduciario especial, que financiaría políticas de gestión de residuos urbanos y otras acciones contra el calentamiento global.

Klug, quien presentó la iniciativa hoy, argumenta que la medida responde a la necesidad urgente de reducir los gases de efecto invernadero en la provincia de Buenos Aires, una de las regiones con mayor actividad ganadera del país. «El metano es un gas de efecto invernadero 25 veces más potente que el CO? en un horizonte de 100 años, y la ganadería contribuye significativamente a sus emisiones», se detalla en los considerandos del proyecto. La legisladora enfatiza que el impuesto no solo promovería prácticas más sostenibles, sino que también generaría recursos para iniciativas ambientales locales.

Sin embargo, la reacción del campo no se hizo esperar. La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) emitió un comunicado en el que describió la TAMBA como un «impuesto encubierto al trabajo rural». «Cobrar por respirar a las vacas no reduce emisiones, reduce producción, competitividad y empleo», afirmaron los representantes del sector, que advierten sobre un posible impacto negativo en la cadena agroalimentaria bonaerense, responsable de una porción clave de la economía provincial.

El diputado provincial Luciano Bugallo, de la Coalición Cívica, se sumó a las críticas con un tono más irónico, refiriéndose al proyecto como un «impuesto a los pedos de las vacas». Bugallo cuestionó la factibilidad técnica de la medida: «No existe tecnología práctica ni económica para medir las emisiones de metano de cada establecimiento ganadero», señaló, y agregó que la iniciativa carece de sustento científico para su implementación a gran escala.

Fuentes legislativas consultadas indicaron que el proyecto enfrenta escaso apoyo político en otros bloques, lo que reduce las chances de que avance en comisiones. Hasta el momento, ni el gobierno provincial ni el nacional han emitido declaraciones oficiales al respecto, aunque el debate podría intensificarse en las próximas semanas, en un contexto de creciente tensión entre políticas ambientales y la rentabilidad del agro.

La propuesta se inscribe en un panorama global donde países como Nueva Zelanda han explorado impuestos similares al metano ganadero, aunque con resultados mixtos y ajustes posteriores. En Argentina, donde la ganadería representa alrededor del 7% de las emisiones nacionales de gases de efecto invernadero, según datos del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero, el tema podría abrir un diálogo más amplio sobre la sostenibilidad del sector. Por ahora, la TAMBA permanece como un punto de controversia, equilibrando ambiciones ecológicas con las realidades económicas del campo bonaerense.