Caputo Introduce un Mecanismo en la Banda Cambiaria para Captar Dólares «Acolchonados» y Fortalecer Reservas
Publicado: 30-10-2025

En un movimiento estratégico que busca estabilizar el frente cambiario postelectoral, el ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, implementó un ajuste en la banda cambiaria que permite al Banco Central de la República Argentina (BCRA) comprar divisas en el Mercado Libre de Cambios (MLC) sin necesidad de perforar el piso de flotación. Este «truco», como lo denominan analistas, se basa en la recompra de deuda pública y abre la puerta a la adquisición de dólares «acolchonados» –esos que los ahorristas guardan bajo el colchón– para recomponer las menguadas reservas del organismo monetario.
La medida llega en un contexto de relativa calma en el mercado cambiario, tras la cuarta jornada poselectoral, donde el dólar mayorista se alejó un 11% de sus mínimos, aunque aún se mantiene un 34,5% por encima del piso de la banda ($935,82). La flotación libre opera por debajo del techo ($1.495,03), y el Gobierno, con el éxito del reciente canje de deuda por unos US$3.300 millones, genera margen monetario para intervenir sin presiones inmediatas. «Esto no es magia, es ingeniería financiera para transitar divisas de manos privadas a públicas», explican fuentes cercanas al Palacio de Hacienda.
Proveedores de Dólares: Empresas y Ahorristas en Acción
Los principales oferentes de divisas son las empresas que, ante la incertidumbre previa, dolarizaron sus carteras y ahora pesifican para normalizar operaciones. A ellos se suman los «colchoneros», aquellos ahorristas que atesoran unos US$245.311 millones en divisas según datos oficiales del primer semestre. Con tasas bancarias aún atractivas del 30% al 40% anual, se espera un reinicio del carry trade: depositar dólares para ganar en pesos y repatriarlos antes de que las tasas bajen. «El riesgo país en 676 puntos –menos de la mitad que preelecciones– atrae capitales especulativos externos, incrementa la oferta y reactiva la recompra de títulos que pagan 10% anual», detalla el informe.
Desde las elecciones, el dólar blue y el mayorista cayeron inicialmente, permitiendo recomponer reservas. La última intervención directa del Tesoro de Estados Unidos, por US$2.100 millones a fines de septiembre, enfrió tensiones preelectorales, pero versiones periodísticas indican que el apoyo de figuras como Scott Bessent –asesor de Donald Trump– podría estar llegando a su fin. De ahora en más, las discusiones bilaterales se centrarán en inversiones y geopolítica, no en salvatajes de reservas. El Gobierno, por su parte, estimuló a agroexportadores para adelantar liquidaciones, un flujo que ahora escasea ante la pulseada electoral.
Desafíos Pendientes: Deuda y FMI
El BCRA ofreció un canje de tres bonos dollar-linked por un valor nominal de US$3.300 millones, rescatando principalmente el D31O5 por US$3.231 millones. Este esquema persiste con las bandas cambiarias, similar a la flexibilización del cepo en abril, y permite ajustes defensivos en la política monetaria. Sin embargo, restan vencimientos de deuda en dólares por más de US$2.000 millones hasta fin de año. Argentina arrastra una posición negativa de casi US$11.000 millones en reservas netas, igual que al inicio de la gestión de Javier Milei, y un déficit de US$8.500 millones respecto a lo pactado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En Washington, el vicepresidente del BCRA, Vladimir Werning, trazó un panorama optimista: «La demanda de pesos está deprimida por el apetito dolarizador preelectoral, pero con la reactivación de la actividad económica, podría retornar la compra de reservas en 2026 sin necesidad de esterilizar esa liquidez». Werning enfatizó que la programación monetaria calibra la proporción entre «dinero interno» (ajustado por un presupuesto equilibrado, sin emisión para financiar el déficit) y «dinero externo» (vía recompra de deuda o «punto Anker», ya agotado). «Las compras de reservas no esterilizadas podrían proporcionar un mecanismo de remonetización en moneda nacional», agregó, proyectando una transición hacia una economía más dolarizada en el mediano plazo.
¿Ilusión o Realidad? El Camino por Delante
Este mecanismo en la banda cambiaria no solo evita que el dólar caiga por debajo del piso, sino que posiciona al Gobierno para captar dólares «acolchonados» sin generar presiones inflacionarias inmediatas. Analistas coinciden en que la caída del riesgo país y la llegada de capitales especulativos facilitan el proceso, pero advierten: el Tesoro norteamericano rechazó nuevas intervenciones, obligando a la administración Milei a manejar sola sus obligaciones. Con la caja de divisas aún vulnerable, el éxito dependerá de la reactivación económica y de no recaer en la emisión monetaria.
En un país donde las reservas son el talón de Aquiles crónico, el «truco» de Caputo genera expectativas. ¿Podrá el Gobierno transformar ilusiones en reservas concretas? El mercado observa, mientras el dólar se aleja del abismo y el conurbano sueña con un peso más fuerte. La banda cambiaria, por ahora, se mantiene como escudo –y trampolín– en la volatil batalla por la estabilidad.