Con la inflación en alza, ya exploran la idea de acordar precios y salarios
Publicado: 16-09-2018
El viernes se cumplieron diez años de la crisis de Lehman Brothers. Entre muchas de las cosas que se escribieron en estos días en la prensa global, sobresale la idea de que en las crisis nadie sabe nada, pero principalmente, quienes toman decisiones. La volatilidad cobra intensidad, la descoordinación de los go gobiernos crece, los pronósticos erran y así la incertidumbre aumenta.
Salvando las distancias -el episodio Lehman gatilló una recesión global, la peor en 80 años-, la crisis argentina actual deja acaso el mismo sabor: los responsables lucen confundidos y descoordinados.
El Gobierno recurrió a una fórmula ortodoxa para frenar la volatilidad cambiaria: ajuste fiscal, suba de tasas, encajes y un paquete con el FMI para quebrar las expectativas negativas del mercado y la presión sobre el dólar. La apuesta de Macri-Dujovne es que funcione algo que se llama ‘rol catalizador’ del FMI: su sello bajaría el riesgo país.
Los pasos dados hasta el momento no arrojaron resultados. Todavía existe una indefinición sobre el manejo del dólar y a dos meses de firmar el acuerdo, el tipo de cambio saltó 35% sólo en agosto. Las consecuencias de ese movimiento brusco se sentirán. Elypsis estimó que la inflación en la segunda semana de septiembre fue de 2,5%-3%, igual ritmo que en la primera. El mes daría 6%. “El escenario optimista es una tasa de 45% en el año”, dice Gabriel Zelpo, de la consultora.
¿Y ahora? Quizá por la amenaza que entabla esta aceleración inflacionaria, y pese a que la Argentina negocia un nuevo programa con el FMI y el Central una regla de intervención cambiaria, tanto en el entorno de Macri como en el de los economistas privados se menciona la necesidad de concretar un acuerdo o esquema entre el Gobierno, empresarios y sindicatos para frenar la indexación de la economía ante la suba del dólar.