Cristina Kirchner: «El experimento libertario fracasó»
Publicado: 23-10-2025

A tres días de las elecciones legislativas del 26 de octubre, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner irrumpió en la escena política con un contundente mensaje en video difundido en sus redes sociales. Bajo el título «El experimento libertario fracasó», Kirchner desgranó una crítica feroz al gobierno de Javier Milei, al que acusó de sumir al país en un «desgobierno» marcado por el ajuste salvaje, la humillación nacional y la pérdida de soberanía. El video, que acumula miles de reproducciones en X (antes Twitter), se posiciona como un ariete opositor en un momento clave, donde el peronismo busca capitalizar el descontento social para limitar el avance oficialista en el Congreso.
En el mensaje, grabado en un tono sereno pero firme, Kirchner enmarca los comicios como una «cita decisiva y una gran oportunidad democrática». No se trata solo de renovar bancas, sino de erigir un «freno» al modelo económico libertario que, según ella, ha colapsado estrepitosamente. «La gente no llega a fin de mes, tiene que endeudarse para pagar la luz, comprar comida, remedios», relató la ex mandataria, pintando un panorama de miseria cotidiana que contrasta con las «enormes ganancias» que, a su juicio, fugan los beneficiarios de la «timba financiera». Para respaldar su tesis, invocó incluso al expresidente estadounidense Donald Trump –principal aliado ideológico de Milei–, quien recientemente admitió: «Los argentinos no tienen dinero. Están luchando fuerte para sobrevivir». Una confesión que Kirchner interpreta como la prueba irrefutable del fracaso: «El que dice que tiene el mejor gobierno de la historia con el plan económico más exitoso termina rogando un salvataje en Estados Unidos, humillándose ante un presidente extranjero».
El núcleo del discurso radica en la defensa de la soberanía argentina, un eje histórico del kirchnerismo. «La Argentina es un país demasiado grande y digno como para depender del humor de un presidente extranjero», sentenció Kirchner, aludiendo a las negociaciones por préstamos y apoyos externos que percibe como una «entrega» de la nación. El modelo de Milei, lo califica de «destrucción y profunda humillación nacional», un sistema que castiga a los trabajadores y jubilados mientras premia la especulación. En este sentido, elige al peronismo como «la única fuerza capaz de frenarlo», posicionando al Frente Patria como el baluarte contra el «ajuste permanente sobre los sectores más vulnerables».
No faltó una advertencia sobre el proceso electoral mismo. Kirchner cuestionó la implementación de la Boleta Única de Papel (BUP), impulsada por el Gobierno nacional, a la que tildó de riesgosa por su falta de capacitación. «Se cambió sin la debida preparación, poniendo en jaque la transparencia de nuestro sistema», alertó, instando a presidentes de mesa, fiscales y votantes a «cuidar el voto popular» para evitar trampas. Este llamado resuena en un contexto de polarización, donde encuestas muestran un pulso ajustado entre oficialismo y oposición, con la provincia de Buenos Aires como campo de batalla decisivo.
El cierre del video es un grito de movilización: «Les pido que este domingo vayan a votar, porque no hay camino más democrático para cambiar las cosas que el voto». Kirchner advierte que «el freno a Milei empieza este domingo, pero la tarea continúa al día siguiente para empezar a pensar cómo sacar a la Argentina del desastre que este gobierno va a dejar». Plantea un dilema binario: «Este 26 de octubre es Milei y el ajuste permanente o la Argentina, nuestra casa común». Con esta retórica, la ex presidenta no solo busca galvanizar a la militancia peronista, sino también apelar a un electorado harto de la inflación desbocada, el recorte de subsidios y la dependencia de salvavidas internacionales.
El mensaje de Kirchner se inscribe en una ofensiva opositora más amplia, que incluye actos como el reciente de Axel Kicillof en Almirante Brown, donde también se denunció la conversión de la economía en un «casino». Mientras el Gobierno de Milei defiende su plan de estabilización –con énfasis en la atracción de inversiones y la reducción del gasto público–, voces como la de Kirchner insisten en que el verdadero desarrollo pasa por la producción y la inclusión social, no por la especulación y la sumisión externa. Las urnas del domingo dirán si este «experimento libertario» –como lo bautizó la ex presidenta– encuentra su tumba en el voto popular, o si sobrevive a la tormenta electoral para profundizar su agenda en el Congreso. En un país donde la política y la economía se entrelazan como nunca, el 26 de octubre podría marcar el fin de una era… o el comienzo de una resistencia más feroz.