¡Dembélé, el rey del fútbol! El francés conquista el Balón de Oro 2025 tras liderar al PSG al triplete histórico
Publicado: 22-09-2025
En una gala cargada de emoción y sorpresas en el Théâtre du Châtelet, Ousmane Dembélé se coronó este lunes como el mejor jugador del mundo al ganar el Balón de Oro 2025. El delantero del Paris Saint-Germain, de 28 años, superó a la joven promesa Lamine Yamal del FC Barcelona y se llevó el codiciado trofeo, entregado por la revista France Football, en reconocimiento a una temporada 2024/2025 de ensueño que incluyó la primera Champions League del club parisino y un triplete continental.
La ceremonia, presentada por el legendario Ruud Gullit y la periodista Kate Scott, vibró con la ovación para Dembélé, quien recibió el premio de manos de Ronaldinho, su compatriota y exganador del galardón. «El 2024-2025 lo recordaré como un año excepcional. Ganar el Balón de Oro fue siempre un objetivo en mi carrera porque lo ganan estrellas, leyendas, figuras. Ganar la Champions y la Liga con el PSG fue excepcional, solo me queda agradecer», declaró el francés en su emotivo discurso, visiblemente conmovido pese a una lesión reciente que le impidió jugar el Clásico de Francia contra el Olympique de Marsella.
Dembélé, fichado por el PSG en 2023 tras una irregular etapa en el Barcelona, se reivindicó por completo esta temporada. Sus números son impresionantes: 35 goles y 14 asistencias en 53 partidos, números que lo convirtieron en el motor ofensivo del equipo de Luis Enrique. Fue clave en la final de la Champions League ante el Inter de Milán, donde, aunque no anotó, su labor incansable en presión y creación –con desmarques, asistencias y recuperaciones– fue elogiada por los observadores técnicos de la UEFA como «colosal». Junto a estos logros, levantó la Ligue 1, la Copa de Francia y la Supercopa de Francia, completando un triplete que selló la hegemonía parisina en Europa.
El podio lo completó Lamine Yamal en segundo lugar, la joya de 18 años del Barcelona que deslumbró con su madurez y talento en LaLiga, aunque sin el peso de la Champions que sí tuvo Dembélé. En tercer puesto quedó Vitinha, el mediocampista portugués del PSG, consolidando la presencia masiva del club francés en la élite: cuatro jugadores parisinos en el top 10, incluyendo a Achraf Hakimi y Nuno Mendes. «Fue pieza clave para el PSG en una temporada muy fuerte: convirtió muchos goles, participó activamente, ayudó a ganar la Champions League, Ligue 1, etc. Es el gran favorito», predijo incluso la inteligencia artificial ChatGPT en un análisis previo, alineándose con las encuestas y apuestas que daban al francés como el claro vencedor.
La elección no estuvo exenta de polémica. En redes sociales, como X (antes Twitter), explotó el debate: mientras fans del PSG celebraban «¡Dembélé, el dueño del Balón de Oro! Merecidísimo tras el triplete», otros lamentaban la derrota de Yamal con comentarios como «Eres un puto enfermo si disfrutas viendo así a Lamine Yamal». Un usuario ironizó: «Quien diría que Dembélé ganaría la Champions y el Balón de Oro antes que Mbappé». El director deportivo del PSG, Luis Campos, había defendido a capa y espada a su pupilo en la previa: «Si Ousmane no gana el Balón de Oro es porque las personas que votaron no tienen la competencia para votar por el Balón de Oro».
En el ámbito femenino, Aitana Bonmatí hizo historia al conquistar su tercer Balón de Oro consecutivo, igualando a leyendas como Johan Cruyff y Michel Platini, y acercándose al Olimpo de Messi (8) y Ronaldo (5). Otros premios destacados incluyeron el Trofeo Kopa para Yamal en la categoría sub-21 y el reconocimiento a Luis Enrique como mejor entrenador.
Dembélé sucede a Rodri Hernández, ganador en 2024, y se convierte en el primer francés en alzarse con el premio desde Karim Benzema en 2022. Su triunfo no solo valida una redención personal –tras años de críticas por lesiones y bajo rendimiento–, sino que marca el fin de una era sin el dominio de Messi o Cristiano. Para el PSG, es la guinda de un año dorado; para el fútbol mundial, la confirmación de que el talento, cuando se alinea con los títulos, es imparable. Ahora, con el trofeo en mano, Dembélé mira al futuro: «¿Sostener este nivel? Ese es el reto», dijo. París, la Ciudad de la Luz, nunca brilló tanto.