Derivan más de $1000 millones de Aysa para beneficiar a Odebrecht
Publicado: 21-05-2017
Cinco años después de la licitación para la construcción de la planta potabilizadora en Tigre, en el año 2013, Aysa firmó un acuerdo con la municipalidad de Escobar para la construcción de un acueducto en esa localidad. Una obra de $ 842 millones.
Pero para dar inicio a la construcción del acueducto, Aysa no realizó ninguna licitación. Modificó la asignación original de los recursos y le encargó la obra al mismo consorcio integrado por Odebrecht, Benito Roggio, Supercemento SA y Cartellone Construcciones.
Los funcionarios de Aysa saltearon una traba legal. No pueden reasignarse recursos para nuevas obras sin convocar a concurso de precios, excepto en el caso de que representen hasta el 30% del presupuesto original adjudicado, como está contemplando en el reglamento de la empresa de aguas públicas.
Desde Aysa, en cambio, afirmaron que no existe ninguna inconsistencia ya que la construcción del acueducto no supera el 30% del presupuesto actualizado por inflación a 2013, que es muy superior a los $2774 millones adjudicados en 2008.
No fue la única inversión arbitraria ordenada por Aysa. La empresa pública destinó en 2015 -sobre el final de la obra original- otros $ 210 millones para la pavimentación de tres caminos que fueron deteriorados por las máquinas que trabajaron en la construcción de la planta potabilizadora. “El objeto no tiene absolutamente nada que ver con la licitación original”, afirmó, sorprendido, una alta fuente judicial.
Los fondos para financiar todas estas obras salieron del préstamo de U$320 otorgado por el Banco de Desarrollo de Brasil, también investigado en el Lava Jato.