Dos años del hundimiento del ARA San Juan: informe de la Bicameral que investigó las causas
Publicado: 15-11-2019


Al cumplirse dos años del hundimiento del submarino y la muerte de sus 44 tripulantes, estos son algunos de los puntos del informe de la investigación del colapso del Ara San Juan, presentado por la Comisión Bicameral del Congreso:
– El 14 de noviembre de 2017, a las 23:42 el submarino SAN JUAN reportó una avería producida por el ingreso de agua de mar
al sistema de ventilación originando un principio de incendio en el balcón baterías.
– El 15 de noviembre a 07.19 Hs. se recibió la última comunicación del submarino. Informó que la situación había sido
controlada. (la avería fue subestimada por toda la cadena de comando).
– (Antecedente) El submarino contaba con dos sistemas de detección de hidrógeno. Tanto el original como el instalado en la
Reparación de Media Vida estaban en servicio, aunque las escalas de los equipos de medición eran diferentes y no estaban
compatibilizadas. El submarino San Juan informó en su navegación de julio de 2017, valores de concentración de Hidrógeno,
muy superiores a los admitidos.
– El submarino presentaba una serie de deficiencias técnicas que dificultaban su empleo como plataforma de combate, pero no
limitaban su navegación u operación en inmersión con seguridad hasta la limitación de profundidad fijada en 100 metros.
– La tripulación contaba con la cantidad de días de navegación suficientes para considerar que su adiestramiento se encontraba
en un nivel calificado.
– El JEFE DEL ESTADO MAYOR GENERAL DE LA ARMADA recibió la información de la emergencia en forma tardía a pesar de las implicancias que tal situación podrían derivar en una crisis a nivel nacional. NO Transmitió al PODER POLÍTICO la información en forma detallada y completa.
– En temas puntuales los familiares de los tripulantes no fueron informados de los hechos en forma inmediata ni con la certeza
y contención necesaria.
– La falta de recursos presupuestarios a lo largo de las distintas administraciones, la ausencia de actualización tecnológica y
un nivel mínimo de mantenimiento en función de las horas de uso, produjeron un creciente deterioro del material, limitando
sus condiciones operativas.
El submarino cayó aproximadamente 700 metros, en las profundidades marinas y su resistencia estructural colapsó por la presión del agua en el lecho marino sobre su estructura, que equivalió a unas 70 veces la presión atmosférica (a 900 metros de profundidad).
Fuente: Senado.gov.ar

