El Banco Central podría acumular hasta US$ 40.000 millones sin esterilizar la emisión de pesos, según analistas
Publicado: 18-11-2025

En un contexto de recuperación gradual de las reservas y remonetización de la economía, expertos estiman que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) podría comprar hasta US$ 40.000 millones en divisas sin necesidad de absorber los pesos emitidos en el proceso. Esta proyección, que surge de consultoras como Empiria y Alberdi Partners, representa un escenario optimista para el Gobierno de Javier Milei, aunque con cautela para evitar presiones cambiarias e inflacionarias. La acumulación de reservas se perfila como un objetivo clave para el ministro de Economía, Luis Caputo, pero su implementación dependerá de flujos de dólares estables y el retorno a los mercados internacionales de deuda.
La tesis central de los análisis radica en la capacidad de la economía argentina para absorber una mayor oferta de pesos sin generar desequilibrios, gracias a un proceso de remonetización paulatina. Según Hernán Lacunza, ex presidente del BCRA y líder de la consultora Empiria, el agregado monetario M2 –que incluye la moneda en circulación y los depósitos en cuentas corrientes– se ubica actualmente en el 6,8% del PBI, por debajo del promedio histórico del 11,6% entre 2004 y 2019. Esto abre un margen para «monetizar» la economía mediante compras de dólares, con una capacidad estimada de US$ 38.000 millones. «Se trata de un proceso gradual, alineado con la demanda de dinero», explicó Lacunza en su informe reciente.
Por su parte, Marcos Buscaglia, socio de Alberdi Partners, eleva la cifra a US$ 40.000 millones para fines de 2027, asumiendo un escenario favorable con superávits comerciales, mayor colocación de deuda corporativa y entradas de inversión real. Estas proyecciones contemplan que las reservas netas del BCRA alcancen el 8,7% del PBI, un nivel aún inferior al 15%-20% promedio de países con regímenes de flotación cambiaria. Sin embargo, el Gobierno no planea compras masivas diarias, como las de Chile (US$ 25 millones por día durante tres años), ya que el mercado cambiario argentino es «demasiado chico» para absorberlas sin distorsiones.
El ministro Caputo ha priorizado la acumulación de reservas como pilar de la próxima etapa económica, pero advirtió sobre los riesgos de una inyección abrupta de dólares. En una analogía gráfica, ilustró el peligro con un hipotético flujo de US$ 25.000 millones de un inversor como OpenAI: «Generaría problemas mayores si emitimos pesos sin que el mercado los absorba». El presidente Milei, por su lado, relativizó la urgencia de estas compras al enfatizar el retorno a los mercados de deuda. «Si recuperamos el acceso a los mercados financieros, ya no necesitamos acumular tanto, porque pagaríamos deuda con nuevas colocaciones de títulos», declaró Milei, aunque añadió con realismo: «Nadie sabe los tiempos del mercado».
El panorama económico actual respalda esta cautela. La estabilidad cambiaria reciente –con el dólar oficial cerrando en $1.415 y el mayorista superando $1.400– refleja una mayor demanda de pesos, impulsada por el retorno de dólares que habían sido hedgeados con fines electorales. Además, las tasas de interés han caído: las líneas de corto plazo para pymes bajaron de más del 70% anual preelectoral a menos del 25%, y el bursátil cautelar sigue la misma tendencia. El Gobierno apuesta a esta remonetización para estimular el consumo y reducir costos financieros, pero descarta volúmenes fijos de compras para evitar picos inflacionarios si la emisión no encuentra contrapartida en demanda.
Entre las medidas complementarias, se planean recompras de deuda para aligerar vencimientos del sector privado en los próximos dos años, aunque los detalles son escasos. El proceso de acumulación aún no ha arrancado formalmente, y dependerá de superávits genuinos en dólares –de exportaciones, inversiones y colocaciones– y del ansiado regreso a los mercados internacionales. Analistas coinciden en que, de concretarse, estas reservas fortalecerían la estabilidad macroeconómica, pero un avance prematuro podría reavivar presiones sobre el tipo de cambio y la inflación.
En resumen, las estimaciones de US$ 40.000 millones pintan un horizonte prometedor para la Argentina postajuste, pero el equilibrio entre ambición y prudencia será clave. Como señaló Caputo en una entrevista previa con Infobae, «las reservas son el ancla, pero no a cualquier costo». El mercado espera señales concretas en las próximas semanas, mientras el BCRA navega entre la necesidad de robustecer su escudo cambiario y el riesgo de desestabilizar la frágil recuperación.