Sábado 16 de Agosto de 2025

El fiscal pidió 20 años de prisión para el exmarido de Julieta Prandi por abuso sexual

Publicado: 08-08-2025

En una audiencia cargada de tensión, el fiscal Christian Fabio solicitó una condena de 20 años de prisión para Claudio Contardi, exesposo de la modelo y conductora Julieta Prandi, acusado de abuso sexual reiterado con acceso carnal agravado. El juicio, que se desarrolla en el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de Zárate-Campana, llegó a su etapa final este viernes con los alegatos de las partes, y se espera que los jueces Lucía Leiro, Daniel Rópolo y Mariano Aguilar emitan el veredicto en las próximas horas o la semana entrante.

El caso, que ha conmocionado a la opinión pública, se remonta a la denuncia presentada por Prandi en octubre de 2021 ante la Comisaría de la Mujer y Familia de Martínez. Según el expediente, los hechos ocurrieron entre julio de 2015 y marzo de 2018, en el marco de una relación marcada por la violencia de género, el control psicológico y la manipulación. La conductora relató haber sido víctima de abusos sexuales reiterados, ejercidos bajo amenazas y violencia física, en un contexto de relación asimétrica donde no podía consentir libremente.

Durante su alegato, el fiscal Fabio calificó la prueba científica y pericial como “categórica” y “contundente”, destacando que los dichos de Prandi no presentaban signos de fabulación. “Julieta ha sido víctima de agresión sexual, patrimonial y física”, afirmó, solicitando un veredicto condenatorio por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado, que incluye el grave daño mental causado a la víctima.

El juicio, que comenzó el pasado miércoles, estuvo atravesado por momentos de alta emotividad. Prandi, representada por el abogado Javier Baños y el equipo de Fernando Burlando, pidió no compartir la sala con Contardi, por lo que se colocó un biombo para evitar el contacto visual. La modelo declaró durante más de una hora y media, relatando el calvario que vivió durante su matrimonio, incluyendo episodios de violencia psicológica, física y económica. “Me iba a matar si no tenía relaciones”, expresó en una de sus declaraciones, describiendo el control absoluto que el acusado ejercía sobre su vida.

Por su parte, Contardi, de 57 años, negó las acusaciones en su testimonio inicial, asegurando que todas las relaciones con Prandi fueron “consentidas” y que se casaron y tuvieron dos hijos “enamorados”. Sin embargo, su frase “nunca abusé de ella sin su consentimiento” generó controversia, siendo interpretada por la querella como un fallido que refuerza la acusación.

Entre los testimonios clave, el de Emanuel Ortega, actual pareja de Prandi, fue contundente. “Me encontré con una persona rota y ultrajada”, afirmó, describiendo el estado de la conductora cuando la conoció y pidiendo medidas de seguridad para ella y sus hijos en caso de que Contardi quede en libertad. También declararon peritos, como la psicóloga de la Procuración, quien descartó falsedades en el relato de Prandi, y una amiga de la conductora, Verónica Maciel, quien relató la fragilidad emocional y económica de la víctima tras su separación.

El jueves, el tribunal rechazó un pedido de prisión preventiva solicitado por la querella, aunque renovó una restricción perimetral para que Contardi no se acerque a Prandi ni a sus hijos. Este viernes, la conductora se presentó nuevamente en el tribunal y, ante la prensa, expresó su deseo de justicia: “Una condena es paz, alivio y justicia. Contardi es un criminal, por mi integridad debería quedar detenido”.

El caso de Prandi pone en relieve la complejidad de los procesos judiciales por violencia de género y abuso sexual, así como el impacto físico, emocional y económico que enfrentan las víctimas. “Los victimarios tienen derechos, pero la víctima a veces ni siquiera denuncia por el costo que implica”, señaló la conductora, quien espera que el fallo marque un precedente.

Con los alegatos finales concluidos, todas las miradas están puestas en el Tribunal de Campana, que deberá decidir si Contardi, quien enfrenta una posible pena de entre 8 y 50 años de cárcel, es declarado culpable o absuelto. La resolución no solo definirá el futuro del acusado, sino que también será un hito en la lucha de Prandi por cerrar un capítulo doloroso de su vida