El Gobierno avanza hacia un nuevo esquema sin subsidios energéticos a partir de 2026

El Gobierno nacional formalizó el cierre de la consulta pública para reformar el esquema de subsidios a los servicios de energía eléctrica y gas, mediante la Resolución 592/2025 publicada este martes en el Boletín Oficial. Esta medida marca el fin de un período de transición y prepara la implementación del nuevo Subsidios Energéticos Focalizados (SEF), que entrará en vigencia a partir de enero de 2026.

El proceso de consulta, que se extendió por quince días hábiles hasta el 20 de diciembre, recibió aportes de usuarios, empresas distribuidoras, entes reguladores y asociaciones de consumidores. Las presentaciones se centraron principalmente en la definición de topes de consumo subsidiados según zonas bioclimáticas y en la necesidad de mecanismos presenciales para evitar la exclusión de hogares sin acceso digital.

El nuevo régimen reemplazará la actual segmentación en tres niveles (N1 para ingresos altos, N2 para bajos y N3 para medios), estableciendo una división binaria: hogares que recibirán subsidio estatal y aquellos que pagarán el costo pleno de la energía. Se introducirá una Canasta Básica Energética (CBE), que define un bloque de consumo básico ajustado por región geográfica. El Estado cubrirá el excedente si el costo de esta canasta supera entre el 10% y el 15% de los ingresos familiares.

Para determinar la elegibilidad, se aplicarán cruces de datos que excluirán a hogares con indicadores de alto patrimonio, como vehículos de menos de 10 años (salvo excepciones por discapacidad), múltiples inmuebles, embarcaciones, aeronaves, medicina prepaga no laboral o consumos elevados en moneda extranjera. Los subsidios se limitarán a familias con ingresos inferiores a tres Canastas Básicas Totales (CBT), equivalentes a aproximadamente $3.640.000 mensuales en diciembre de 2025, lo que reduce el umbral previo de 3,5 CBT.

Durante 2026, se aplicará una bonificación transitoria con descuentos extraordinarios que se reducirán progresivamente hasta desaparecer en diciembre de ese año, con el objetivo de evitar aumentos abruptos en las facturas. Según proyecciones oficiales, los hogares pagarán en promedio el 76% del costo eléctrico y el 79% del gas, lo que implicará una reducción del gasto en subsidios energéticos al 0,5% del PBI.

Los usuarios registrados en el antiguo Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) serán migrados automáticamente al nuevo Registro de Subsidios Energéticos Focalizados (RESEF), con auditorías periódicas para verificar la continuidad de los beneficios.

Esta reforma culmina un proceso iniciado en años anteriores, con recortes graduales aplicados durante 2024 y 2025, incluyendo la eliminación de subsidios en zonas de alto poder adquisitivo como barrios cerrados y countries en diversas provincias. El objetivo declarado es alinear los precios con los costos reales de abastecimiento y focalizar la asistencia en sectores vulnerables, contribuyendo al equilibrio fiscal.

Fuentes oficiales indican que el esquema busca garantizar un suministro sostenible, aunque no se han detallado impactos específicos en las tarifas residenciales para el próximo año. La implementación completa del SEF representará un cambio estructural en la política de subsidios energéticos en Argentina.