El Papa inició una investigación paralela para ver quien mató al cura Viroche
Publicado: 13-10-2016
La muerte del cura Juan Viroche, quien hace una semana fue encontrado ahorcado en el interior de la parroquia de la localidad de La Florida, 16 kilómetros al este de la capital de Tucumán, sigue generando repercusiones y, justamente, alcanzaron la altura máxima del Vaticano.
Es que el Papa Francisco sigue con mucha atención y preocupación el avance de la investigación, y por eso envió a esa provincia al abogado Mario Baudry, que trabaja junto al nuncio apostólico Emil Paul Tscherrig, para que inicie una investigación paralela con el objetivo de «colaborar con la Justicia», aunque, como confesó el letrado, desde el Vaticano tienen serias «dudas» sobre la hipótesis del suicidio del sacerdote tucumano.
«Vinimos a ver cuál es la realidad para transmitírsela al Papa, que es un pastor de su Iglesia y está muy preocupado por el tema. Queremos conocer cuál es la situación de la causa, queremos saber nada más que la verdad, porque la justicia pasa por conocer la realidad», aseguró el letrado ante la prensa.
Previo al contacto con los periodistas, Baudry mantuvo tres reuniones trascendentales que cristalizan el interés de la Iglesia en la investigación: con el gobernador, Juan Manzur; con el ministro de Gobierno, Justicia y Seguridad, Regino Amado; y con el fiscal Diego López Ávila, quien lleva adelante la investigación del caso.
Justamente, según el fiscal, en función de las pericias hechas hasta el momento, existe un 95% de posibilidades de que Viroche se haya suicidado, aunque no se descarta otra hipótesis. Sin embargo, el enviado del Vaticano reveló que Francisco y Roma tiene fundadas «dudas» al respecto.
«Tenemos confirmado que el domingo siguiente se iba de la parroquia, por lo cual tenía una agenda programada posterior a esa fecha. Por eso, tenemos nuestras dudas sobre un suicidio. Porque nadie programa nada ni se junta a cenar con la familia, junto a sus amigos, y al otro día organiza agendas, para después suicidarse a la noche», argumentó Baudry.
A esto se suma que los vecinos de La Florida sostienen que el párroco fue asesinado por los grupos narcos a los que desde hacía años venía denunciando en sus misas y que lo habían amenazado. Por esas amenazas, el sacerdote había solicitado su traslado a otra parroquia. Según el arzobispo de Tucumán, Alfredo Zecca, ese pedido había sido autorizado el viernes 30 de septiembre.
El letrado sugirió que la Iglesia emprenderá una investigación paralela, ya que incluso habrá pericias propias y revisión de las oficiales , aunque aclaró que solamente buscan «colaborar» con la Justicia. «Mi función es técnico legal, van a venir otros abogados y peritos, porque en la causa hay un montón de pericias técnicas y nosotros tenemos que ayudar a determinar si están bien hechas y si son acordes a la realidad», explicó.
Baudry no explicitó una hipótesis sobre la muerte de Viroche, pero indició que ya sea que se trate de «un sacerdote que se suicidó, lo suicidaron o fue un homicidio, hay que buscar la justicia, la justicia puede ser cualquiera de estas tres realidades», y añadió que «la Iglesia va a sacar sus propias deducciones en base al resultado de pericias» que van a «mandar a realizar».
El abogado insistió en dejar en claro que el Vaticano tiene serias dudas respecto de que se haya tratado de un siuicidio: «La preocupación del Papa obedece a que hay un sacerdote que murió en el interior de una parroquia y no existe en los anales de la Iglesia un caso en el que un sacerdote se haya suicidado en un templo».
En esa línea, agregó que «al margen de si fue un suicidio o si fue un homicidio, la preocupación pasa por el hecho de que se trata de un sacerdote que denunciaba a las drogas, a las mafias políticas, por lo que es lógico que (el Papa) esté preocupado».
Baudry dio a entender que la Iglesia no se presentará como querellante, por lo que aclaró que «se tiene que presentar la familia, pero la Iglesia, desde lo técnico, puede aportar las pruebas» que pueda «llegar a juntar».
Finalmente, volvió a remarcar que el Papa está al tanto de todos los avances de la investigación. «Sabe absolutamente de todo, porque es argentino y como tal lee los diarios todos los días. Está informado. Un arzobispo argentino lo fue a visitar y lo primero que le preguntó fue de este tema».