El peronismo cordobés se opone a la reforma jubilatoria, la jugada de De la Sota
Publicado: 16-12-2017
La reforma jubilatoria consiguió lo que antes no había ocurrido: que el PJ cordobés le marque la cancha al gobernador Schiaretti, y que le haga sentir que ocupa su cargo «de prestado».
El malestar de José Manuel de la Sota con el ajuste a los haberes previsionales es muy fuerte, su mujer -es diputada nacional- votará en contra, y vuelve a asomar su figura en el PJ nacional.
La foto y la actitud del gobernador de Córdoba, Juan «Gringo» Schiaretti, recibiendo al presidente Mauricio Macri mientras el país ardía por el recorte a los jubilados, terminó de crispar los ánimos en el peronismo de la provincia mediterránea.
Así como, a nivel nacional, la reforma jubilatoria logró unir a toda la oposición, un efecto similar se vivió en el PJ cordobés aglutinándose -una vez más- alrededor del «Gallego» De la Sota, y cuestionando a un gobernador que más bien parece un delegado porteño, algo que a los cordobeses nunca les gusta.
La división se notó en un hecho palpable el jueves pasado: Adriana Nazario, la diputado nacional que es además esposa de De la Sota, no se sentó a dar quorum, mientras que el resto de los diputados de la provincia sí lo hizo. Es cada vez más palpable la diferencia entre Nazario y el bloque que justamente ella no integra; el de diputados nacionales que responden a Schiaretti, presidido por Martin Llaryora y que está integrado además por Alejandra Vigo (pareja de Schiaretti) y un joven con poca experiencia legislativa, Paulo Cassinerio.
«El Gallego ya mueve a la dama», advierte un viejo conocedor del PJ provincial y nacional. «De la Sota marcará distancia con su esposa, y podría criticar públicamente la reforma previsional. Eso lo pondría de vuelta en la discusión del PJ nacional, que se da cuenta del mal negocio que es ser oposición en un gobierno que vive ajustando», apunta la misma fuente. La figura de José Manuel de la Sota le cuadra bien a la situación política actual: es un peronista moderado, ganador de elecciones y sin escándalos en su haber. Casi el único con tantos requisitos juntos.
Antes De la Sota debe ordenar el terruño. En las últimas semana, el peronismo de la provincia mediterránea discute la decisión del gobernador Schiaretti de acompañar al gobierno de Mauricio
Macri en lo que se denomina “La Reforma Jubilatoria“.
Un viejo conocedor de la política cordobesa explica que estas discusiones vienen desde que “El Gringo” Schiaretti, a pocos días de asumir su segundo mandato al frente del ejecutivo de la provincia de Córdoba, envió una ley a la Legislatura para reducir las jubilaciones en el ámbito de la provincia. Esta ley tuvo el apoyo de los Radicales y del PRO. De este modo, a los jubilados cordobeses se le disminuyó un 18% el haber en comparación al último gobierno de Ramon Mestre.
Unión por Córdoba lidera el PJ cordobés, que gobierna la provincia desde 1999. José Manuel de la Sota, cuando asumió como gobernador, entre muchas medidas como la baja del 30% de los impuestos, volvió a reconocer a los jubilados el 82% móvil, que había suprimido el gobernador radical Ramon Mestre. A través del Decreto Provincial numero 1777 Mestre rebajó un 18% las jubilaciones.
En épocas del gobierno kirchhnerista el Estado nacional dejó de aportar los fondos nacionales que eran destinados a la Caja de Jubilaciones de la Provincia de Córdoba. desde ese momento, De la Sota inicia reclamos que llegaron hasta la Corte Suprema de Justicia. En todo este período la administración del “Gallego” de la Sota siguió reconociendo a los jubilados cordobeses el 82% y además dispuso una actualización semestral. La mayoría de los peronistas cordobeses oponían que “es una marcha atrás de Schiartetti al rebajarle las haberes a los jubilados de la provincia. Y que ahora “Acompañar al Gobierna Nacional en la polémica reforma” es “meterle la mano en los bolsillos de los que menos tienen”.
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