Martes 19 de Agosto de 2025

Empujón monetario: el Gobierno absorbió $5,9 billones en un solo día para frenar la presión sobre el dólar

Publicado: 19-08-2025

En un contexto de creciente incertidumbre preelectoral, el Gobierno argentino ejecutó una ambiciosa operación monetaria que permitió retirar del mercado $5,9 billones en un solo día, con el objetivo de evitar que esos pesos se canalicen hacia el dólar y generen presiones inflacionarias. La estrategia, liderada por el ministro de Economía, Luis Caputo, y el equipo de la Secretaría de Finanzas, intensificó el «apretón monetario» para garantizar estabilidad cambiaria en la previa de las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre.

La operación se concretó a través de una licitación extraordinaria de una letra capitalizable a Tasa Mayorista Argentina (TAMAR) con vencimiento el 28 de noviembre, dirigida exclusivamente al sector bancario. Según informó el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, se adjudicaron $3,788 billones de un total de $3,799 billones ofertados, a una tasa de corte de TAMAR más 1%. Este instrumento fue diseñado para ser elegible como integración de los encajes bancarios, lo que incentivó la participación de las entidades financieras tras el endurecimiento de las normas de encajes dispuesto por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

La licitación respondió a la necesidad de absorber los $5,8 billones que habían quedado «sueltos» tras una operación previa del Tesoro, donde solo se renovó el 61% de los vencimientos de deuda. Este excedente de pesos, generado en parte por el desarme de las Letras Fiscales (LeFi) en julio, amenazaba con alimentar la demanda de dólares y desestabilizar el tipo de cambio. Para evitarlo, el Gobierno combinó la licitación con un aumento de los encajes bancarios en cinco puntos porcentuales (tres de ellos integrables con títulos públicos) y estableció su cumplimiento diario, duplicando las penalidades por incumplimientos. Esta medida obligó a los bancos a elegir entre suscribir los títulos ofrecidos o mantener saldos a tasa cero en el BCRA, restringiendo la liquidez disponible.

El impacto de estas medidas se reflejó de inmediato en el mercado. Según un análisis de la consultora 1816, la tasa de caución a un día se desplomó al 2% nominal anual, tras operar a niveles de hasta 70% la semana previa, evidenciando la efectividad del ajuste en la absorción de pesos. Sin embargo, los analistas advierten que las tasas de interés elevadas, combinadas con estas restricciones, podrían profundizar la desaceleración de la actividad económica. La consultora Invecq señaló que, aunque el objetivo es contener el dólar y la inflación, «se incrementa el riesgo de una mayor desaceleración económica y de tensiones financieras en el período preelectoral».

Luis Caputo, en línea con su estrategia de «cuarentena monetaria», había anticipado que no permitiría que un solo peso sobrante fuera al mercado, especialmente en un contexto donde el «riesgo kuka» —el temor a un retorno del kirchnerismo— mantiene en alerta a los inversores. La operación también incluyó la interrupción temporal de las compras de dólares por parte del Tesoro, para evitar inyectar más pesos al sistema, según explicó el ministro en recientes declaraciones.

El plan del Gobierno apunta a llegar a las elecciones con un dólar oficial estabilizado, proyectado en torno a $1.315 para agosto y $1.405 para fin de año, según estimaciones del mercado. Sin embargo, el costo de estas medidas, con tasas reales positivas que superan ampliamente la inflación, genera preocupación por su impacto en el crecimiento económico. Mientras el Ejecutivo busca consolidar la desinflación y evitar volatilidad cambiaria, el desafío será mantener este equilibrio sin comprometer la recuperación de la actividad en un escenario de alta tensión política y financiera.