Martes 16 de Abril de 2024

Después de la pesadilla en Punta Cana, Candela se recupera en su casa de Villa Ballester

Publicado: 13-07-2019

Candela Aylén Saccone, la joven de 15 años que orilló la muerte en un viaje de vacaciones con su familia a Punta Cana y ahora se recupera en su casa de Villa Ballester. «Se que estoy viva de milagro» dice al periodista. “No puedo dormir, a la noche se me intensifica el dolor y me desespera no encontrar posición“, con entereza, junto a su mama, su papá y demás familiares. “Hoy fui al médico, me vio bien, pero tengo tres meses de recuperación, tomando un montón de remedios… Quería volver al colegio el lunes, pero lo voy a hacer después de las vacaciones”, destaca. «Hace exactamente un mes estábamos felices llegando a esas arenas increíbles, con un calor nunca menor a 30º“, recuerda Candela. Llegó la mañana del miércoles 19 y el bajón por tener que hacer las valijas y pegar la vuelta. La joven había tenido una noche inestable, con un episodio de vómitos que no pasó a mayores: “Me sentía medio floja, pero no me quería perder las últimas horas de playa, así que fuimos todas”. Pero el cuadro repentinamente se agravó por lo que se fueron de la playa directamente al médico del hotel. Estaba deshidratada y la situación empeoró cuando le tomaron el azúcar en sangre. “Así esta niña no puede viajar, tiene los niveles muy bajos”, alertó una enfermera, y agregó: “Hay que trasladarla a Santo Domingo, la capital”. Candela se descompensaba y los órganos, por efecto dominó, se iban dañando: los riñones, los pulmones, el corazón, un edema cerebral. Fueron dos semanas de internación y nueve días en coma, de los que no recuerda absolutamente nada. “Por suerte mi última postal fue la de esa mañana en la playa”. Así la familia descubría que Candela tiene diabetes, y deberá aplicarse insulina de por vida. “Al principio me daba impresión, pero aprendí a hacerlo sola, y ya no me da tanto rechazo. Necesita 90 días para rehabilitar la pierna y el pie derechos, por catéter, pinchazos y una internación de dos semanas en República Dominicana y otra en la clínica Los Arcos, de Buenos Aires. “Fueron muchos días, tengo que tener paciencia, recién ahora estoy saliendo del impacto, y metiéndome en la cabeza que me salvé de milagro“.

Fuente: Clarín