Euforia en los mercados: El riesgo país argentino se desploma 373 puntos y cierra en 708, el mínimo desde mayo
Publicado: 27-10-2025

En un día que pasará a la historia de la Bolsa porteña como uno de los más eufóricos en décadas, el riesgo país argentino medido por JP Morgan se derrumbó 373 puntos básicos y cerró en 708 unidades, su nivel más bajo desde mayo pasado. La caída, impulsada por la contundente victoria del Gobierno de Javier Milei en las elecciones legislativas del domingo, desató una «fiesta» en los mercados: bonos disparados hasta un 24%, acciones con ganancias récord del 30% en dólares y un dólar que retrocedió más de 3%. Analistas hablan de un giro radical del pesimismo al optimismo, con expectativas de un «nuevo ciclo alcista» para los activos locales, siempre y cuando se materialicen reformas y consensos políticos.
El indicador de JP Morgan, que mide el spread entre los bonos soberanos argentinos y los Treasuries de EE.UU., partía el viernes previo –justo antes de los comicios– en 1.081 puntos, en un clima de máxima tensión por las encuestas inciertas. La sorpresa electoral, donde La Libertad Avanza superó ampliamente las expectativas y consolidó su dominio en ambas cámaras del Congreso (aunque sin quórum propio), actuó como un «cisne blanco» que barrió con las dudas. «Finalmente tuvimos un ‘cisne blanco’ el domingo. La contundente victoria del Gobierno superó con creces las expectativas del mercado que hoy tuvo un día de fiesta», celebró Nicolás Cappella, de IEB, en declaraciones a Infobae.
El contagio alcista se extendió a todos los frentes. El índice S&P Merval, principal termómetro bursátil, escaló un 21,8% en pesos hasta los 2.529.084 puntos –máximo desde finales de enero–, y un impresionante 30,8% en dólares CCL, su mayor alza diaria en al menos 30 años, superando hitos como la reapertura post-Convertibilidad en 2002 o el triunfo presidencial de Milei en 2023. Los bonos en dólares lideraron la remontada, con el Bonar 2038 trepando un 24,3%, mientras que los ADR argentinos en Wall Street –certificados de acciones locales– saltaron hasta un 48,1%, encabezados por Banco Supervielle. Incluso el dólar mayorista cedió terreno: cerró en $1.435, una baja de 57 pesos o 3,8%, tras tocar un piso intradiario de $1.350 en medio de la volatilidad inicial. En el Banco Nación, el verde minorista terminó en $1.460 para la venta, con una caída similar del 3,6%.
El «efecto Milei» y los catalizadores del rally
El detonante principal fue, sin dudas, el resultado electoral. La fragmentación opositora, el apoyo de gobernadores provinciales y la perspectiva de un «Pacto Patriótico» con la moderación política abrieron la puerta a una gobernabilidad ampliada. Esto no solo fortalece la capacidad de Milei para defender vetos en el Congreso, sino que allana el camino para reformas de «segunda generación»: tributaria, laboral, energética y de mercados de capitales. «Con los próximos meses en vista, el optimismo se apoderó de las cotizaciones y podemos estar en vísperas de un nuevo ciclo de suba para los activos argentinos. A partir de aquí, la demanda del mercado va a pasar por señales de moderación política y capacidad de articular mayorías en el Congreso», advirtió Damián Vlassich, de IOL Inversiones, quien describió el mercado como «de fiesta» con subas en renta fija del 15% al 25%.
Otros expertos coincidieron en el potencial transformador. Matías Cattaruzzi, de Adcap Grupo Financiero, resaltó el «refuerzo del mandato reformista, orientado a la liberalización energética y reformas estructurales». Ignacio Morales, de Wise Capital, vaticinó un periodo «bullish» para los activos, «libre de inestabilidad legislativa». Y Portfolio Personal Inversiones lo resumió en un «escenario ’mega’ bullish», impulsado por la fragmentación opositora, el respaldo de Washington y precios de activos «demasiado bajos» antes de la elección. Los analistas de Rava Bursátil fueron más allá: con el riesgo país rondando los 650 puntos (un umbral clave), se reavivan las chances de un retorno a los mercados voluntarios de deuda, un hito esquivo para Argentina desde hace años.
En el plano macro, el día no estuvo exento de sombras. Las reservas internacionales brutas del Banco Central cayeron USD 152 millones hasta los 41.059 millones, en un contexto de licitaciones de deuda en pesos (Lecap, Boncap y Lelink con vencimientos hasta 2027) que captaron demanda pero no alteraron el sesgo alcista. El mercado, «pasado de pesimismo» por el «golpe electoral» en la Provincia de Buenos Aires, corrigió con creces, en un entorno de tasas soberanas en moneda dura cercanas al dígito simple.
¿Hacia un nuevo capítulo para la economía argentina?
Este derrumbe del riesgo país no es solo un número: es un termómetro de confianza que podría traducirse en menores costos de financiamiento y mayor inversión extranjera, si el Gobierno capitaliza el momentum. Bank of America, en un informe relacionado, ajustó al alza sus proyecciones para el dólar, tasas y deuda externa, apostando por un programa económico con mayor credibilidad. Sin embargo, la sostenibilidad dependerá de la articulación legislativa y de evitar tropiezos en un Congreso donde La Libertad Avanza necesitará aliados.
A 23 meses de la asunción de Milei, este 27 de octubre marca un antes y un después. El mercado, que había descontado lo peor, ahora sueña con lo mejor. Como sentenció Cappella: «La victoria crea bases para una gobernabilidad más amplia». Si las reformas fluyen y el «Pacto» se concreta, Argentina podría estar al borde de un ciclo virtuoso. De lo contrario, la euforia de hoy podría evaporarse tan rápido como llegó. Por ahora, los inversores brindan: el riesgo país, al fin, respira.