Francisco llegó a Colombia para promover la reconciliación en el proceso de paz
Publicado: 06-09-2017
El Papa Francisco llegó el miércoles a Colombia con un mensaje de esperanza y de reconciliación a una nación dividida por el acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC para acabar con un conflicto que dejó cicatrices en millones de personas. El avión de Alitalia con el Sumo Pontífice argentino y su comitiva aterrizó en la base aérea militar de Catam, donde fue recibido por el presidente Juan Manuel Santos y su esposa.
En la puerta de la Nunciatura, el Sumo Pontífice calificó de héroes a los jovenes que lo esperaban en medio de cantos y bailes y les dijo: «Sigan adelante así, no se dejen vencer, no se dejen engañar, no pierdan la alegría, no pierdan la esperanza, no pierdan la sonrisa».
Un adolescente que nació cuando su madre, la política Clara Rojas, estaba secuestrada por las FARC, le regaló una paloma blanca en porcelana a Francisco, quien después saludó a niños que lo esperaban y a miembros del gabinete de Santos. El Papa observó sonriente un baile folclórico, estrechó la mano a policías y militares que quedaron en silla de ruedas por el conflicto armado de más de 50 años, y luego abordó un papamóvil para ir a la Nunciatura Apostólica por una autopista en donde miles de personas eufóricas recibieron sus bendiciones.
La primera visita papal en 31 años a Colombia se produce en momentos en que el Gobierno y las FARC implementan el pacto firmado el año pasado para terminar un enfrentamiento que dejó al menos 220.000 muertos y más de seis millones de desplazados. Pero un amplio sector de la sociedad se niega a integrar a las FARC a la vida civil, mientras el Gobierno avanza en otra negociación con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que de tener éxito llevaría al país a una paz más sustentable.
El momento álgido de la visita de Francisco se producirá el viernes, con una reunión y una oración de reconciliación entre las víctimas del conflicto y exguerrilleros en Villavicencio, una ciudad al sur de Bogotá rodeada por territorios controlados durante años por las FARC. El evento estará lleno de simbolismo. El pontífice beatificará a dos sacerdotes colombianos asesinados durante las décadas de conflicto con los rebeldes, declarándolos «mártires» víctimas del odio a la fe católica.
El encuentro estará presidido por uno de los símbolos más conmovedores del conflicto: una mutilada imagen de Jesucristo que fue rescatada de una iglesia en la localidad occidental de Bojaya luego de un ataque de las FARC con mortero en 2012. Unas 300 personas se refugiaban en el templo durante la balacera, un enfrentamiento a tres bandas entre los rebeldes, milicias de derechas y el ejército. Al menos 79 personas fallecieron y un centenar más resultaron heridas.
Antes de la llegada del Francisco, el presidente Juan Manuel Santos, y el último gran grupo rebelde del país, el Ejército de Liberación Nacional, ELN, firmaron un acuerdo de alto el fuego bilateral, un importante paso hacia la negociación de un acuerdo de paz permanente. El número dos del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, dijo que el mensaje central del viaje es «la capacidad de perdón: para perdonar y ser perdonado».