Violencia -entre hermanas- en la guardia del Hospital ‘San Roque’ de Gonnet. Una herida. Las imágenes
Publicado: 27-12-2013
http://youtu.be/3NoMrBYjCIM
El diagnóstico indica que en materia de seguridad los hospitales públicos no gozan de buena salud. En la madrugada del miércoles pasado, en el San Roque de Gonnet, se manifestó un nuevo síntoma de una enfermedad de violencia, que parece afectar a todo el sistema de sanidad pública: fue cuando en el marco de un conflicto familiar, un hombre abrió fuego en al menos tres ocasiones dentro de la guardia, en un grave episodio que provocó corridas y sembró miedo entre los pacientes y el personal médico que trabajaba a esa hora.
“Fue horrible. Pensás en mil cosas a la vez. En salvarte y en salvar a los otros”, describió Paula Chalde, una médica residente que estaba atendiendo a un paciente internado cuando se escucharon las detonaciones y empezaron los gritos y las corridas. Hubo -contó-, hasta “compañeras que se encerraron en una habitación” para refugiarse. “Todos empezaban a gritar que corran, que había tiros. Nosotros salimos corriendo, pero yo no sabía en qué contexto ocurría, dónde pasaba ni a quién le tiraban”, aseguró la profesional.
Eran alrededor de las 03.00 de la madrugada navideña y el foco de violencia estaba en el sector de la guardia. Comenzó con la pelea de dos mujeres por una cuestión familiar, y siguió cuando un hombre, al parecer allegado a una de las involucradas, sacó un arma de fuego y disparó dentro del hospital, al menos tres veces. Pudo ser una tragedia, aunque por fortuna no se registraran heridos entre los pacientes y el personal del San Roque.
En tanto, fuentes médicas aseguraron que una de las mujeres que participaba de la pelea recibió un roce de bala en el labio, por el que debió ser atendida. No obstante, voceros policiales dijeron que la lesión sería producto de un forcejeo previo. Poco después llegó la Policía y por este grave suceso en la comisaría de Gonnet se inició una causa por “lesiones”, aunque no hubo detenciones.
Diego Rabellino, uno de los médicos que vivió la odisea, resaltó que “después de eso todo el personal siguió atendiendo. Nos dimos fuerzas entre todos y seguimos adelante. No se dejó a nadie sin atención”. Lo increíble es que apenas dos horas después, debieron soportar otro incidente, a manos de un hombre que llegó alcoholizado y alterado, y provocó nuevos desmanes en la guardia. “El trauma que nos llevamos cada uno de nosotros es una sensación difícil de describir. En un segundo te planteás ‘qué hago acá, arriesgando mi vida’. La seguridad que hay en el hospital no da garantías”, sostuvo Rabellino, al tiempo que enfatizó en que este tipo de sucesos sacuden la guardia casi a diario, y son parte de un complejo “problema social”.
La doctora Graciela Badin, jefa de Emergencias del Hospital San Roque, coincidió con ese cuadro y explicó que “hay episodios de violencia casi todos los días. Ahora hay cámaras, vigilancia y un botón antipánico que enseguida avisa a la comisaría de Gonnet, pero lamentablemente nada alcanza”. En ese marco, los profesionales subrayaron que están “haciendo guardia con miedo”. Y Rabellino describió la inquietante situación: “Es escuchar el ruido de una puerta y pensar que te vienen a pegar un tiro. Antes nos quejábamos de que no teníamos aire acondicionado. Después ya nos conformamos y nos quejábamos de tener que estar encerrados con un calor bárbaro y no tener agua. Ahora ya no nos importa todo eso. Lo único que nos interesa es estar vivos”.
Fuente: El Dia