Incertidumbre en Boca Juniors: Miguel Ángel Russo permanece internado y su regreso al banco es una incógnita de cara al duelo con Defensa y Justicia

El mundo bostero se encuentra en vilo. Miguel Ángel Russo, el experimentado director técnico de Boca Juniors, continúa hospitalizado y sometiéndose a una serie de exámenes médicos, lo que pone en duda su presencia en el banquillo para el crucial encuentro de este sábado ante Defensa y Justicia por la décima fecha del Torneo Clausura. La ausencia del «Miguelo» en las prácticas de esta semana ha generado preocupación en el plantel y la dirigencia, en un momento clave de la temporada donde cada punto cuenta para el «Xeneize».

Russo, de 69 años y oriundo de Lanús, se presentó en el entrenamiento del martes en La Bombonera, pero desde entonces no ha podido retomar sus funciones. El miércoles, la sesión estuvo a cargo de los asistentes Claudio Úbeda y Juvenal Rodríguez, con el aval del club para que el entrenador priorizara su salud. Inicialmente, se esperaba que volviera el jueves, pero el alta médica no llegó y permanece en el sanatorio realizando estudios complementarios. Esta no es la primera vez que el DT enfrenta problemas de salud este mes: a principios de septiembre, fue internado durante cuatro días en el Instituto Fleni por una infección urinaria que lo alejó de las tareas por diez días completos.

La incertidumbre rodea no solo su recuperación, sino también el impacto en el equipo. Boca Juniors, que viene de resultados irregulares en el campeonato local, necesita de la experiencia de Russo para enderezar el rumbo. Su ausencia obligó a los suplentes a tomar las riendas de las prácticas, y aunque el grupo se muestra sólido, la falta de su liderazgo táctico pesa en el aire. «Estamos enfocados en el partido, pero extrañamos al profe», comentó un jugador del plantel de manera off the record, reflejando el ánimo del vestuario.

Para colmo de males, la práctica del jueves trajo otra mala noticia: el mediocampista chileno Carlos Palacios sufrió una distensión en el músculo pectíneo izquierdo y quedó descartado para el choque en el estadio Norberto «Tito» Tomaghello, programado para las 19:00. El cuerpo técnico deberá improvisar en esa zona del mediocampo, con la pulseada entre Alan Velasco y Williams Alarcón por el puesto. El probable once inicial de Boca sería: Agustín Marchesín en el arco; Juan Barinaga, Lautaro Di Lollo, Ayrton Costa y Lautaro Blanco en defensa; Leandro Paredes y Rodrigo Battaglia en el medio, junto a Velasco o Alarcón, Brian Aguirre; y en ataque, la dupla letal de Miguel Merentiel y Milton Giménez.

Russo, uno de los entrenadores más ganadores de la historia de Boca –con una Libertadores en 2007 y múltiples títulos locales en su haber–, ha sido un pilar en la reconstrucción del equipo tras un arranque de temporada complicado. Su regreso no solo es clave para el partido contra el «Halcón», que marcha firme en la tabla, sino para el futuro inmediato del club. Mientras tanto, el club emitió un comunicado breve confirmando la situación y deseando una pronta recuperación, pero sin detalles adicionales sobre el cuadro clínico del DT.

Los hinchas, fieles a su pasión, ya inundan las redes con mensajes de apoyo: «#FuerzaMiguelo» se convirtió en tendencia en cuestión de horas. Boca enfrenta no solo a un rival duro en Florencio Varela, sino a la presión de jugar sin su timonel. ¿Podrá el «Xeneize» sacar adelante el partido? Solo el tiempo –y la salud de Russo– lo dirá. El fútbol, una vez más, se tiñe de drama humano.