Domingo 01 de Junio de 2025

LE ESTABAN ROBANDO EN EL TREN, CAYO EN LAS VIAS Y SE SALVO… SU HISTORIA

Publicado: 09-05-2013

cayo-las-vias-un-asalto-y-su-vida-milagro

Alejandro Pernin es un joven estudiante de ingeniería informática en la Universidad de Buenos Aires, pero vive en la localidad de San Miguel y para concurrir a clases utiliza el ferrocarril San Martín.
Su historia es la de muchos que pasaron por situaciones similares en los medios de transporte, cuando un ladrón le robó su teléfono celular, sin embargo la puede relatar de «milagro», porque en el violento arrebato se cayó del tren en movimiento y sufrió graves heridas en su cabeza.
«Pudo haber sido muchísimo peor», dijo la víctima, que hizo conocer su caso a través de la red social Twitter, pidiendo testigos que permitan atrapar al delincuente.
Todo ocurrió el martes, aproximadamente a las 13.10, cuando tras salir de su casa rumbo a la facultad, ascendió en la Estación San Miguel rumbo a Capital Federal.
«Esto pasó a unos 200 metros de la Estación Muñiz, que es la siguiente a la que subo siempre. Fueron apenas unos segundos. Yo me había sentado al lado de una de las puertas, que en este servicio son todavía manuales», contó el muchacho.
«En un momento, saqué mi teléfono celular para ver un mensaje, fijarme algo. Y casi al instante siento el manotazo. Tuve una reacción instintiva de sujetar el aparato, entonces no se lo pudo llevar. Pero empezó a forcejear fuerte, tirando para su lado, y yo me resistía. No sé por qué lo hice, no lo pensé. Lo cierto es que en ese forcejeo me llevó hasta la puerta», contó Pernin.
En el momento justo
El estudiante explicó que como derivación de una obra en una calle lateral al recorrido del tren, las formaciones ferroviarias disminuyen la velocidad en ese trayecto, entre ambas estaciones. La sospecha es que el delincuente conocía esta situación, por lo que había planeado el arrebato justo en ese momento, para poder fugar arrojándose del tren en movimiento con cierta facilidad.
«La puerta, al ser manual, se puede dejar abierta. Así que en el forcejeo llegamos hasta el borde y lo único que sé que en un momento me vi cayendo, mirando al cielo y aterricé sobre las piedras, de espaldas. Ahí no me di cuenta que tenía heridas, por la adrenalina. Tuvimos un intercambio de palabras con el ladrón, que tenía el teléfono en su poder. Me di cuenta que tenía toda la remera con sangre y heridas en la cabeza», indicó la víctima.
El malviviente, que no sufrió heridas de consideración, se retiró del lugar en sentido hacia la Estación San Miguel, mientras que Alejandro se dirigió hacia la Estación Muñiz. «El tren no se detuvo, pero la gente avisó. No había policías en la formación, al menos en mi vagón. Cuando llegué a la estación, me recibieron los usuarios. De inmediato vino la policía, que llamó una ambulancia, aunque no apareció, entonces me llevaron hasta una clínica en el patrullero», contó.
Cuatro heridas
«En la cabeza, que me golpeé con las piedras, tengo cuatro heridas. Una en forma de V. Más heridas y escoriaciones en la espalda y brazos. Me quedó un fuerte dolor de cabeza y en el cuello. La verdad, podría haber terminado mal. En el marco de la causa, tengo que hacerme un examen forense profundo. No me importa lo que perdí, el teléfono, pero quiero que esto se conozca, para que se tomen medidas de seguridad», señaló Pernín.