Miercoles 03 de Septiembre de 2025

María Eugenia Vidal bajó una orden a todos los ministros y sale a timbrear sola

Publicado: 20-08-2018

El jueves fue un día particularmente complicado para María Eugenia Vidal. Se confirmó la muerte de una mujer de 30 años presuntamente por un aborto clandestino en Pilar. Una docente recibió una descarga eléctrica en una escuela de La Matanza. Y un hombre de 36 años que fue a operarse el tendón de Aquiles en un hospital en Lanús terminó gravemente herido al caerse -junto con el camillero- por el hueco de un ascensor. Al otro día, en una suerte de balance de daños, había satisfacción al menos con la respuesta que había dado el ministro de Salud, Andrés Scarsi, en este último caso. Entre otras cosas, recibió a los familiares del herido y se bancó, impoluto, que lo insultaran de punta a punta. En su rubro y a su modo, el funcionario cumplía con la consigna que bajó la gobernadora en la última semana: «Hay que estar al lado de los que la están pasando mal».

En la Provincia son conscientes del impacto de la situación económica, con especial preocupación en el GBA. «Si bien no lo podemos medir, porque es informal, la caída pega en las changas, sobre todo, y eso es complicado en el Conurbano. No vemos, de todos modos aún, una caída generalizada de empleo formal. Pero cuando recorrés la calle, la gente te reclama por la situación económica. Ni aportes truchos ni cuadernos. Le importa y preocupa el bolsillo», analiza un alto funcionario bonaerense.

Más allá del análisis local, el tema de los aportes generó inquietud. En La Plata y en la Rosada. Días atrás, cuando inauguraron juntos una obra en Mar del Plata, el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, salió a defender a su aliada: «Se la pretendió vincular a la gobernadora con este tema (por los aportes), cuando la verdad nadie, en su sano juicio, puede suponer que tuvo algo que ver con esa situación».

En cuanto a la discusión económica, en las charlas que mantienen con el ministro de Hacienda nacional, Nicolás Dujovne, tanto el jefe de Gabinete provincial, Federico Salvai, como el ministro de Economía Hernán Lacunza, el pronóstico que les trazan es parecido. La mejora, de llegar, no vendrá antes de fin de año.

«Lo mejor que tiene ella es la espontaneidad. Por ejemplo, cuando se bajó a enfrentarse a los guardavidas en Mar del Plata cuando protestaron y no dejaron que avanzara la camioneta en la que iba. La idea es volver a explotar eso», resumen en la Provincia, con la contradicción que podría suponer intentar programar la espontaneidad.

El plan contempla las clásicas visitas «sorpresa» del macrismo a una villa, un hospital o una comisaría, y hasta timbreos propios. «El otro día, María Eugenia estuvo con Mauricio en Luján, timbreando. Eso puede seguir, pero además, va a sumar timbreos ella sola, en el Conurbano o ciudades como Mar del Plata», ampliaron en la gobernación. Así, cumpliría con la orden que bajó ella misma: «Estar al lado de los que la están pasando mal». ¿Alcanzará para apaciguar el descontento?