Miercoles 12 de Febrero de 2025

“Mauricio no tenía signos de defensa: lo atacó alguien de confianza”

Publicado: 05-01-2025

Avanza la investigación del crimen en el destacamento de Infantería de Eldorado

Una prima del cabo Miñarro (35) afirmó que lo dispararon de frente y que el móvil del asesinato no fue el robo de una avioneta. La familia pondrá un abogado

Avanza con hermetismo la investigación del homicidio del cabo primero Mauricio Miñarro (35), que prestaba servicio en la División de Infantería de Eldorado, lugar donde fue encontrado sin vida el lunes por la mañana y con dos disparos en el cuerpo. A cinco días del hallazgo, fueron varias -e incluso controvertidas- las versiones que circularon sobre el posible móvil del crimen y las circunstancias del hecho. En tanto, su familia reclama a viva voz que se haga justicia y que se revelen pistas clave sobre la causa que, según acusó Carina Martínez, prima de la víctima, tuvo múltiples irregularidades y está plagada de “mucha mentira” desde el día del acontecimiento. .

La familiar del efectivo argumentó, en comunicación con  El Territorio , que “es totalmente mentira” la reconstrucción del hecho que se expuso desde el Juzgado de Instrucción 1 de Eldorado, basado en el contexto de robo de una aeronave. Esto porque “a Mauricio lo disparó de frente, lo encontró al lado de un escritorio con un disparo en el pecho y tenía una roca en el brazo”.

Por estas incongruencias y la multiplicidad de versiones que llegaron a la familia, es que contrataron a un abogado representante que deberá sumarse como querellante para tener acceso a las fojas de este caso que mantiene en vilo a toda la provincia.

En las últimas horas, los peritos identifican dos vainas de 9 milímetros en la escena del crimen de Miñarro. Hallazgo que se suma al expediente que se maneja con reserva, mientras no se descartan en su totalidad otras líneas investigativas. Sobre esto, fuentes judiciales confirmaron a este matutino que la próxima semana finalizarán las pericias.

Lo que sí fue rectificado hasta el momento fue la supuesta participación de un grupo armado de nacionalidad paraguaya, vinculado al narcotráfico.

Pero lo que, a criterio de la familia, arroja algo de luz a lo sucedido es el hecho de que “según la autopsia él no tenía indicios de que se hubiera defendido”. Lo que desliza la posibilidad de que a Miñarro lo habría atacado alguien de su confianza o que pertenecía a su círculo cercano, factor que coincide con parte de la versión que investigadores y el Ministerio de Gobierno ratificaron: esto es, que no se trató de un asalto en manos de un grupo armado.

En las últimas horas del 30 de diciembre, día en que se cometió el homicidio, fuentes oficiales dieron a conocer la faltante de al menos nueve armas -en base al último inventario realizado en el destacamento-.

Pero lo que aún no se encontró fue el arma reglamentaria de Miñarro, herramienta con la que “a él lo mataron, esa arma está desaparecida”, acusó Martínez, quien a su vez criticó que “recién cuando vinieron los últimos peritos de la Saic, después de cuatro días, encontraron las vainas de las balas”.

Silencio y fallas en la causa

Carina relató la falta de información y de notificaciones formales hacia la familia, una vez que se supo sobre la muerte de Mauricio. “Al momento que me enteré viajé desde Iguazú, de donde soy, a la colonia Yacutinga, y éramos los primos quienes nos movíamos para saber información sobre lo que estaba pasando”, criticó con entendible enfado la familiar. “Nosotros teníamos que conseguir contactos. Respirábamos y tratábamos de contener nuestra bronca, comunicarnos con educación, pero no hubo respuestas”.

Al silencio por parte de las autoridades se sumó el “mal manejo” que, describió Martínez, se tuvo en torno a la realización de la autopsia forense y las comunicaciones pertinentes a la familia.

“El martes nos dijeron que iban a hacer las pericias y la autopsia, y que después de esto nos iban a entregar el cuerpo. Fuimos a Posadas, y a los familiares que estaban ahí les dijeron que no les iban a entregar el cuerpo. No nos dijeron por qué, sólo nos decían que la jueza de Eldorado no autorizaba”, contó.

Sin embargo, lo que causó mayor indignación, en palabras de la prima de Miñarro, llegaría días después, en la jornada del velorio, cuando Ricardo Arrúa (43), jefe de Infantería de Eldorado -que desde el último jueves quedó apartado de ese cargo- se hizo presente en el sepelio. “Lo que más nos indignó fue que Arrúa fuera, porque está todo más que claro que él fue la última persona que estuvo con él”, sostuvo.

Trascendió que subcomisario fue el último que vio con vida a Miñarro, ya que antes del fallecimiento realizaba un operativo de prevención junto a la víctima. En relación a esto, Carina relató que el agente brindó diferentes declaraciones sobre la noche previa al homicidio. “A uno de nosotros nos dijo que él fue el último en ver a Mauricio. Pero en el mismo velorio mencionó que él fue el último y el primero en verlo”. Actualmente el efectivo quedó vinculado a la causa, aunque no detenido, lo que también provocó molestia en el entorno cercano del cabo asesinado.

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