Misterio en Coghlan: Cristian Graf habla por primera vez sobre el cadáver encontrado en su casa
Publicado: 21-08-2025
En un caso que ha conmocionado al barrio porteño de Coghlan, Cristian Graf, principal sospechoso en la investigación por el homicidio de Diego Fernández Lima, rompió el silencio y dio su versión de los hechos en una entrevista exclusiva con TN. Los restos del adolescente, desaparecido en 1984, fueron hallados el pasado 20 de mayo en el jardín de la vivienda de Graf, ubicada en avenida Congreso al 3700, lindera a una casa donde vivió el músico Gustavo Cerati. “No sabemos cómo llegó el cuerpo de Diego ahí”, afirmó Graf, desligándose del crimen y asegurando que tanto él como su familia tienen “la conciencia limpia”.
El hallazgo ocurrió durante trabajos de excavación en la propiedad vecina, cuando un desmoronamiento de tierra dejó al descubierto los restos óseos. Según el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), los restos pertenecen a Diego Fernández Lima, un joven de 16 años que había desaparecido hace 41 años. El análisis forense reveló que el cuerpo presentaba lesiones compatibles con una muerte violenta, incluyendo una herida cortopunzante en la cuarta costilla derecha y marcas que sugieren un posible intento de descuartizamiento.
Graf, de 58 años, fue señalado como sospechoso tras el testimonio de un excompañero de la Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) N° 36, donde tanto él como Fernández Lima cursaban juntos en 1984. Sin embargo, Graf niega cualquier vínculo cercano con la víctima: “Lo único que me liga con Diego Fernández es que estuvimos un año en el colegio. No éramos amigos, no tenía relación con él ni con su familia. Diego jamás vino a mi casa”. Según su relato, en esa época tenía otro círculo de amistades y no mantenía contacto con sus compañeros de clase.
El sospechoso también planteó la hipótesis de que el cuerpo pudo haber sido “plantado” en su propiedad. “No es común que aparezca el cuerpo de un conocido tuyo ahí. La verdad que sí, de una forma u otra está. Al pobre muchacho alguien lo enterró ahí y salió a la luz ahora por la obra”, aseguró, señalando que los restos fueron hallados justo en el límite entre su terreno y la obra vecina. Graf insistió en que ni él ni su familia tienen relación con el crimen: “Descarto que haya sido mi papá, ni se me ocurriría eso. Si no fue nadie de la familia, cómo pasó no sé”.
El caso, a cargo del fiscal Martín López Perrando, enfrenta un obstáculo legal: el crimen ha prescrito, ya que en Argentina los homicidios no relacionados con delitos de lesa humanidad tienen un plazo de prescripción de 25 años. A pesar de esto, la fiscalía continúa la investigación para esclarecer los hechos y brindar respuestas a la familia de Fernández Lima, que buscó al joven durante más de cuatro décadas. La madre de Diego, Irma Lima, de 87 años, fue clave para identificar los restos mediante una prueba de ADN.
Graf, quien se presentó ante la fiscalía el pasado 11 de agosto para ponerse a disposición de la Justicia, enfrenta acusaciones de encubrimiento y supresión de evidencia. Según el fiscal, el sospechoso habría intentado desviar la investigación con explicaciones como que los restos podrían pertenecer a un cura enterrado en una antigua iglesia o que llegaron con tierra traída para una pileta. Sin embargo, su abogado, Díaz, afirmó que Graf “nunca supo” de la existencia del cuerpo y que no hay imputación formal por homicidio debido a la prescripción.
El hallazgo ha generado conmoción en el barrio y en las redes sociales, donde se debate la responsabilidad de Graf. “El tipo este Cristian Graf OFENDIDO porque lo injurian. Flaco, encontraron un cadáver en el patio de tu casa que JUSTO era un compañero tuyo que desapareció hace 40 años”, escribió un usuario en X, reflejando la indignación de parte de la opinión pública. Mientras tanto, la familia de Diego, liderada por su hermano Javier, impulsa una “Ley Diego” para extender los plazos de prescripción en casos de desapariciones, inspirada en la “Ley Piazza”.
A 41 años del crimen, el misterio de Coghlan sigue sin resolverse completamente. La fiscalía continúa tomando testimonios de excompañeros y obreros para reconstruir los últimos momentos de Diego Fernández Lima, mientras Graf insiste en su inocencia: “Quiero llegar a fondo y poder caminar tranquilo”. La verdad, aunque no conduzca a una condena, es lo que la familia de Diego y la sociedad esperan para cerrar este capítulo de dolor e incertidumbre.