Moreno Ocampo: «Durante mi mandato, mi salario no era suficiente»
Publicado: 01-10-2017
«Durante mi mandato, mi salario no era suficiente». Con estas palabras el exfiscal general ante la Corte Penal Internacional (2003-2012) Luis Moreno Ocampo justificó el uso de empresas en paraísos fiscales como las Islas Vírgenes británicas, Panamá o Belize para administrar su patrimonio.
La investigación difundida por la Red Europea de Investigación (EIC) y publicada por varios medios europeos, entre ellos el diario español El Mundo, consigna que el 15 de agosto de 2012, dos meses después de haber dejado su cargo como titular del TPI, Moreno Ocampo recibió un depósito de 50 mil euros en una cuenta a su nombre radicada en el banco holandés Abn Amro (el TPI tiene sede en La Haya).
Los fondos llegaron a su vez desde una cuenta en Suiza y el emisor de la operación era Tain Bay, una firma registrada en Panamá, de acuerdo a un relevamiento de datos llevado a cabo por la EIC. Tras «un análisis de 40 mil documentos» -que incluyen balances contables, cables diplomáticos y correspondencia que llegaron a manos de la plataforma francesa Mediapart- se determinó que la titularidad de Tain Bay era de una sociedad llamada Forman Management, que pertenece al ex fiscal del juicio a las Juntas y a su esposa, Elvira Bulygin.
La investigación también reveló su mujer figura detrás de Lucia Enterprises, una empresa con sede en Belice que en septiembre de 2012 recibió 15.000 dólares del abogado y que Moreno Ocampo figura como accionista de Yemana Trading, una empresa establecida en Islas Vírgenes Británicas y gestionada por Mossack Fonseca, el estudio jurídico cuyos negocios quedaron al descubierto con los Panamá Papers.
Ante la consulta de periodistas del EIC, el exfiscal negó haber evadido impuestos y aseguró no haber tenido otra fuente de ingresos que su sueldo de Fiscal general durante sus años en La Haya, de alrededor de 150.000 euros netos por año. «Tenía que protegerme en un país donde los bancos un día deciden llevarse su dinero. Así que tenía dinero fuera de Argentina», se justificó el abogado, que fue miembro de la ONG anticorrupción Transparency International.
Las empresas offshore no son lo único que le reprocha el EIC. También lo acusan de haber utilizado su influencia ante la CPI para beneficiar al magnate petrolero libio Hassan Tatanaki y «protegerlo de procesos penales». Según la revista alemana Der Spiegel, el argentino firmó un contrato de 3 millones con Tatanaki en 2015, cuando ya había dejado la CPI.
Como fiscal jefe de la CPI, Ocampo recibió en 2011 el encargo de investigar posibles crímenes de guerra en Libia . En diálogo con Der Spiegel, Ocampo precisó que sólo recibió 750.000 dólares de Tatanaki para una iniciativa llamada Justice First, que tenía como objetivo promover la paz y la justicia en Libia. Los honorarios pactados debían pagarse a la empresa Transparent Market, con sede en Uruguay.
Al comenzar la revolución libia, Tatanaki se situó del lado del general sublevado Khalifah Haftar, líder del Ejército Nacional Libio, una de las facciones involucradas en la contienda interna. Este señor de la guerra lanzó en 2014 una ofensiva contra otros grupos armados que derivó en ataque contra civiles, lo que motivó la preocupación de la CPI.
Para el EIC, Moreno no podía ignorar que su cliente estaba en conexión con Haftar, ya que había sido advertido por funcionarios de la Corte Internacional que el líder militar había utilizado el canal de televisión de Tatanaki para dirigirse a los habitantes de su país y amenazar de muerte a todo aquel que no se uniera a su ofensiva.
Según los documentos a los que tuvo acceso el EIC, Ocampo recibió información desde dentro de la Corte Penal Internacional de la que se desprendía que el empresario podía acabar siendo investigado por el organismo y le asesoró sobre cómo actuar, evitando cualquier relación directa con Haftar. «Ocampo utilizó su red personal en la organización en beneficio de su cliente y puso en riesgo la confidencialidad de las investigaciones del tribunal al que debe en gran parte su estatus», afirmó el diario El Mundo.
El exfiscal negó las acusaciones y aseguró que ayudarle fue algo «no sólo legal, sino también correcto». En diálogo con la agencia Télam, Moreno Ocampo aseguró que sólo asesoró a un cliente en «cómo usar la ley internacional para reducir la violencia en Libia».
El ex fiscal del Juicio a las Juntas aseguró que las informaciones difundidas se originaron en «un hackeo masivo» de sus correos electrónicos y comunicaciones telefónicas cuando estaba en Londres, pocas semanas después de que empezara a preparar «una investigación sobre el supuesto involucramiento de Qatar en la financiación de terrorismo de origen Islamico».