‘Sectas y lideres espirituales’. El crimen de Priscila
Publicado: 13-01-2014
«Me mandé una macana», le habría dicho la mamá de Priscila a Lescano.
Walter Di Nucci, Presidente de ‘El ejército de Dios’ aclaró «Sólo sé que el Jueves un cristiano, que no viene a la iglesia, declaró». Desmintió que el hombre sea pastor de su iglesia.
Di Nucci, negó pertenecer a una secta, y dijo que se dedica a todo lo contrario, a evitar justamente «trabajos de sectas». «Esto no fue obra de una secta. Esto es un crimen que no tuvo ofrenda. Fue un crimen salvaje cometido por una madre temible», detalló.
El abogado querellante y una organización que lucha contra las sectas pidió que se investigue el rol de este pastor, ya que la organización clandestina se encargaría de «adiestrar a padres para que golpeen a sus hijos».
El abogado querellante, el Dr Julio Torrada, que va contra Silvia Lafuente (mamá de Priscila) y su pareja Pablo Bisconti, dijo: ‘Al margen de estas dos personas, por las cuales vamos a exigir el máximo rigor de las leyes penales argentinas, tenemos datos y evidencias sobre la situación de un pastor que estaba en un supuesto grupo de autoayuda donde concurría la madre de Priscila’.
Desde «Libre Mentes», la organización que se dedica a detectar y combatir sectas, Pablo Salum dijo, llamaron la atención varios detalles:
. Lo primero que surgió fue el modo en que asesinaron a la nena, cómo intentaron ocultar el crimen y la presencia de un grupo familiar completo interviniendo en el hecho, tal como se observó en la grabación de una cámara de seguridad.
. Luego cuando apareció el pastor declarando terminó de cerrar todo, porque reconoció que fue cómplice, ya que estaba al tanto de los golpes que recibía la nena y que había sido asesinada, agregó.
. No tenemos gente especializa, por esa razón nunca hay responsables. Sólo van presos los autores materiales. Mientras tanto, las sectas siguen creando gente que posteriormente comete crímenes terribles, sin control, libremente. Este pastor no hizo la denuncia y sabía desde hace mucho que la nena era golpeada, concluyó Salum.