Todo sea por La Cámpora, Cristina Fernández bajó el acto de Ferro
Publicado: 04-12-2016
Se trataba del lanzamiento formal de la Convocatoria Federal Kirchnerista, cuyas siglas son CFK, y apuntaba a convertirse en una especie de orgánica del cristinismo fuera del poder
Cristina Fernández optó por La Cámpora, la agrupación que comanda su hijo y mandó a suspender el acto que iba a encabezar, el próximo miércoles, en el microestadio de Ferro.
El lanzamiento formal de la Convocatoria Federal Kirchnerista, cuyas siglas son CFK, y apuntaba a convertirse en una especie de orgánica del cristinismo fuera del poder, no se llevará adelante El encuentro de Ferro, limitado a unos 2.000 dirigentes, oficiaría además como balance del primer año de Cristina Fernández fuera del poder y del gobierno de Mauricio Macri.
La ex presidente intervino para resolver una disputa interna entre los grupos K y terció a favor de La Cámpora, el sector que mostraba menos interés en el acto de Ferro, mientras los demás -otros 16 agrupaciones y espacios- venían trabajando para el encuentro y lo empujaban con expectativa.
La previa estuvo contaminada. Desde el principio, el neocamporismo le bajó la espuma al encuentro. Pero el martes, durante la reunión semanal en “Los Chisperos”, la tensión estalló:
. «Acá algunos dicen que hablan en nombre de Cristina Fernández y no estoy seguro de que sea así», dijo de mala manera, Andrés “Cuervo” Larroque, secretario General de La Cámpora y delegado de Máximo en esa mesa.
. «¿Y vos en nombre de quien hablás?», le preguntó, Martín Sabbatella, jefe de Nuevo Encuentro y uno de los dirigentes de diálogo frecuente con la ex presidente, que supo ser candidato a vicegobernador de la Provincia y titular de la Afsca
. «Yo hablo en nombre de mi agrupación y creemos que el acto se debe hacer en marzo en un estadio», dijo en diputado nacional.
Esto se retroalimenta con el argumento que, sistemáticamente, agita Luis D’Elía, quien imputa a La Cámpora tener una actitud “muy pejotista” y que no quiere una mesa K múltiple y horizontal.
Como, a pesar de lo de Larroque, la posición mayoritaria fue la de seguir con el acto y no había hasta entonces señal contraria de Cristina Fernández, la organización continuó. El jueves hubo otro encontronazo singular: La Cámpora planteando que el acto debía ser en marzo del año que viene, en un estadio, para que Cristina Fernández “dialogue con la gente”.
En paralelo, surgió otro asunto: las inscripciones para ir al acto de Ferro superaron los 2.000 cupos que soporta el microestadio y había indicaciones, de cada agrupación, de militantes que irían igual. “Hay que organizarlo para que no sea un quilombo”, se acordó entre las organizaciones.
Carlos Heller, del Partido Solidario, puso una idea en discusión y logró aval general, que Cristina, cuando hablara en Lanús les pida a los militantes que no vayan a Ferro