Tragedia en el frente ucraniano: Rusia mata a tres soldados argentinos en un ataque con drones
Publicado: 30-10-2025

En un episodio que sacude a la comunidad argentina, tres compatriotas que se habían alistado voluntariamente en el Ejército de Ucrania han perdido la vida en combate contra las fuerzas rusas. El incidente, ocurrido en la región de Sumy, al noroeste del país europeo, resalta los riesgos que asumen miles de extranjeros en el conflicto que se prolonga desde febrero de 2022.
Los fallecidos fueron identificados como José Adrián Gallardo, de 53 años; Mariano Franco, de 47, y Ariel Achor, el más joven del grupo con apenas 25 años. Según confirmaron fuentes del Ministerio de Defensa ucraniano, los tres se incorporaron a las filas de Kiev hace apenas dos meses, motivados por un compromiso personal con la causa de Ucrania frente a la invasión rusa. Ninguno de ellos poseía formación militar previa en el Ejército Argentino ni había formado parte de sus filas, lo que subraya el perfil de voluntarios civiles convertidos en combatientes.
El ataque tuvo lugar hace tres semanas, durante la primera misión de asalto de los argentinos en el frente de batalla. La operación, liderada por el presidente Volodímir Zelenski, buscaba recuperar posiciones estratégicas en Sumy que habían sido ocupadas por tropas del Kremlin. En plena retirada rusa, un enjambre de drones enemigos desató una ofensiva letal que segó las vidas de los tres soldados. «Decenas de lanzamientos de drones y bombas aéreas guiadas» fueron desplegados por las fuerzas de Vladímir Putin, según relató Oleg Grigorov, jefe de la administración militar de la zona. El impacto de la agresión no solo afectó a los defensores ucranianos, sino también a prisioneros de guerra rusos capturados en la zona.
Familiares de las víctimas, contactados por este medio, expresaron su profundo dolor y sorpresa ante la noticia. «Adrián siempre fue un hombre de principios, creía en defender la libertad dondequiera que estuviera amenazada», contó un cercano a Gallardo, quien residía en Buenos Aires antes de partir. En redes sociales, mensajes de condolencias y llamados a la reflexión sobre el rol de los voluntarios extranjeros inundan las plataformas, recordando que, hasta la fecha, al menos una docena de argentinos han participado en el conflicto, con destinos variados entre heridos y regresos prematuros.
Este suceso se inscribe en un contexto más amplio de la guerra, donde Ucrania ha recurrido a reclutas internacionales para reforzar sus líneas frente a la superioridad numérica rusa. La muerte de estos tres argentinos no es un caso aislado: desde el inicio del conflicto, cientos de extranjeros de diversas nacionalidades han caído en combate, convirtiendo el frente oriental en un mosaico de solidariedades globales y tragedias personales.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina emitió un comunicado expresando «profundo pesar» por la pérdida de vidas y reiterando su llamado a la desescalada del conflicto. Mientras tanto, en Kiev, las autoridades ucranianas prometen honores póstumos a los caídos, reconociendo su contribución a la resistencia nacional.
La noticia sigue desarrollándose, con investigaciones en curso sobre las circunstancias exactas del ataque. En un mundo polarizado por la guerra, las historias de estos voluntarios argentinos nos confrontan con la fragilidad de la vida y el peso de las convicciones. ¿Cuántos más deberán pagar el precio de un conflicto que parece no tener fin?
