«ASOCIACION ILICITA». LA CAUSA BOCA QUE TIENE 100 TELEFONOS INTERVENIDOS Y A MUCHOS «NERVIOSOS».LOS PROFUGOS
Publicado: 26-05-2013
Se habla de plata. De policías con los que hay que arreglar. De otros jefes de barra que, cuando vas de visitante, te dan una mano para meter gente a la cancha. Se habla de carnets truchos y de entradas. En definitiva, se habla del negocio de ser barra y asociarse con ellos. Se habla de La Doce.
Ese es el material con que el juez Manuel De Campos armó la causa por asociación ilícita. Hay infinidad de escuchas telefónicas (100 telefonos intervenidos) y en la mayoría queda claro que el jefe de todo, aún prófugo, es Maximiliano Mazzaro. A punto tal que le pasa la posta a Cristian Debaux, Fido, como nuevo capo, y los contactos policiales y políticos para que el negocio no decaiga.
Igual, estar fuera trae sus problemas: los hombres de Mazzaro recaudaron la mitad de lo que esperaban contra River y el propio Maxi cortó por lo sano y puso desde ese momento a su hermano Angel a manejar todo.
Así consta en la causa judicial y en los diálogos que se transcriben. Con esta base más las filmaciones logradas por policías infiltrados, De Campos hizo la razzia y el allanamiento el jueves en la previa del partido con Newell’s. Y se llevó a 51 barras y un empleado del club. Ayer empezó a tomar las indagatorias . La mayoría, asesorada por el letrado Juan Palacios, negó los hechos que se les atribuyen, y Fido Debaux, que se entregó al mediodía, fue alojado en dependencias de la Policía y recién le verá la cara al juez esta tarde.
Distinta fue la situación del dirigente Carlos Mechetti, quien estuvo tres horas ante el magistrado explicando cómo es la operatoria de confección de carnets, elaboración de ranking y después, como se sentía mal, la audiencia se suspendió hasta el martes. Y al estar atravesando una enfermedad, se le dictó prisión domiciliaria
En tanto, el juez amplió a Interpol la captura para Luis Arrieta, Oscar Otazú, Hernán Cantón, Cristian Garro, Jorge Villagarcía, Carlos Santa Cruz, Alberto Crocamo y el Melli Fernández, que siguen prófugos.