El dueño del lugar donde cayó el nene malagueño está acusado de «homicidio por imprudencia grave»

La jueza del caso Julen, el niño de dos años que murió al caer a un pozo en Andalucía, en el sur de España, en enero pasado, reclamó al dueño de la finca donde sucedió el fatal hecho, una fianza de 885.310 euros. David Serrano, se llama el propietario, está acusado de presunto delito de homicidio por imprudencia grave. La magistrada destaca en el auto que «la supuesta negligencia cometida por Serrano es extremadamente grave» y, al considerar que hay indicios de criminalidad, decreta la apertura de un juicio oral. Asimismo, detalla que la Fiscalía pide una condena de tres años de cárcel para Serrano, mientras que la acusación de los progenitores de Julen, exigen seis meses más. Se da un plazo de 10 días a Serrano para presentar un escrito de conformidad o disconformidad ante la acusación. Recordemos que el 13 de enero 2019 en Totalán, cerca del lugar donde almorzaban la familia de Julen y los Serrano, estaba el pozo de 25 centímetros de diámetro y 107 metros de profundidad, donde cayó  el pequeño. 13 días después  mediante un gigantesco operativo de rescate, el más grande en la historia de España, hallaron el cuerpo sin vida de Julen.