Martes 18 de Marzo de 2025

«LE VOY A PEDIR A DELFINO QUE GANE SAN LORENZO… DIJO JULIO GRONDONA(H)», HOY FINAL ARGENTINA: SAN LORENZO Y ARSENAL VAN POR MUCHO MAS QUE UNA COPA

Publicado: 16-10-2013

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«Le voy a pedir a Delfino que se fije en los augoles, los corners y le voy a pedir que trate que gane San Lorenzo por el bien del fútbol argentino y que el periodismo escrito venda muchos diarios», dijo Grondona, hijo del presidente de la AFA

Un título. Y un mundo de sensaciones a su alrededor. Desde las 20.10, en una convulsionada y futbolera Catamarca, San Lorenzo y Arsenal jugarán la final de la Copa Argentina.

El ganador (90 minutos y, en caso de igualdad, habrá penales) será campeón de la segunda etapa del certamen, que logró, hace un año, Boca.

El vencedor, también, se quedará con un premio especial: 1.800.000 pesos. El triunfador, de paso, tendrá un objetivo deportivo: jugará la Copa Libertadores del año próximo. Detrás de esos estímulos hay un universo paralelo.

Nada será igual luego de este encuentro. Sobre todo, para el Ciclón, el favorito. El equipo que tiene la mayor presión.

Las expulsiones de Leandro Navarro y Santiago Gentiletti, jugadores de San Lorenzo, el sábado pasado, en el triunfo de Arsenal por 2-1 por el torneo doméstico, provocaron una reacción desmedida. Muchos hacen foco en supuestos beneficios arbitrales para el elenco de Sarandí. Sin embargo, el árbitro de hoy, Germán Delfino, fue sugerido por los dirigentes azulgranas.

Arsenal es un equipo seguro, detrás de las voces maliciosas. Práctico y astuto. Está a tres puntos de Newell’s, el líder del torneo Inicial y es, claro, el finalista de la Copa Argentina. Sabe que no es el favorito. Corre desde atrás: casi sin gente que lo respalde esta noche, tampoco tiene presión. Y si no gana, todo sigue más o menos igual.

Para San Lorenzo, en cambio, que provocó hace unos meses una pequeña gran revolución con las adquisiciones de figuras y la irrupción de jóvenes promesas, un triunfo puede ser el bálsamo para mantenerse en pie en el torneo local y el orgullo de una nueva estrella; una derrota, en cambio, puede provocar desaires insospechados. Eliminado de la Copa Sudamericana y a seis puntos de Newell’s, para Juan Antonio Pizzi podría ser el tiempo de la consolidación de un estilo o… la crisis renovada. A un año de su arribo, con algunos buenos triunfos, una sugerente propuesta y algunos exámenes sin aprobar, es tiempo de cosechar.

Para San Lorenzo, entonces, nada será igual luego de este choque. Insignificante, acaso, por su rica historia, esta copa puede provocar la inclusión en la otra, la Libertadores, su obsesión. Hacia allí apunta el Ciclón. Una derrota, en cambio, generaría un dolor de cabeza mayúsculo, en una temporada que arrancó con el anhelo de la Triple Corona. La seria lesión de Martín Cauteruccio no transformó el objetivo: el Ciclón tiene material de sobra. La última vuelta olímpica fue en el Clausura 2007, con Ramón Díaz como DT.

Arsenal, fundado en 1957 por Julio Grondona, buscará una nueva coronación en tiempos recientes, en los que festejó el Clausura y la Supercopa Argentina, siempre dirigido por Gustavo Alfaro, un DT detallista que, además, podrá sumar el cuarto logro en Sarandí (ganó la Copa Sudamericana en 2007).

En el camino a la final, el Ciclón dejó en el camino a Deportivo Morón, Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay, Atlético de Rafaela y Estudiantes de Buenos Aires; Arsenal, que jugó una etapa más, eliminó a Santamarina de Tandil, Platense, Independiente, Godoy Cruz y All Boys.

«La máxima importancia». Así definió el partido Juan Antonio Pizzi, que tiene un título: el torneo chileno con Universidad Católica en 2010. Quiere hacer historia.