RENZO «EL LEON»: ESTA BIEN, SE RIE, BAILA ACOSTADO Y ESTA RECUPERANDO EL HABLA

«Renzo está re bien», dice Haroldo con un tono de voz que delata su sonrisa de oreja a oreja: «Está bien de ánimo, come, toma la mamadera. Tiene muchos cables, pero son todos para control y monitoreo».
«Estamos las 24 horas con él. Yo me quedo en el hospital los fines de semana, desde el Viernes al Domingo y mi señora en la semana, desde el domingo al Viernes», dijo el papá de Renzo.
Es que toda la familia se vio convulsionada y debió modificar su rutina. Valentino, su hermanito de seis años aún no pudo visitarlo, aunque no deja de preguntar y pedir por Renzo: «Él está viviendo acá con nosotros, está estudiando en Buenos Aires, pero no puede verlo».
«Nosotros no lo podemos ingresara a la terapia, es muy complicado y tenemos que intentar mantenerlo lo mas alejado posible, para que no se contagie nada, porque un resfrío le puede costar la vida, porque esta inmunosuprimido», explicó Haroldo.
«Renzo todavía esta con la recuperación del habla, que aún no la recupero al cien por ciento», agregó.
El pequeño es muy pegado su papá: «Me llama todo el tiempo», relata Haroldo: «El es re pegado conmigo. Me llama todo el día, me dice ‘Haroldo’. Me dijo papá a los cinco meses y después me empezó a decir Haroldo, porque escuchó que mi mujer me llamaba así y que nuestro otro hijo, para molestarme también me decía así».
A su mamá, Belén, también la llama por su nombre: «Como me empezó a decir Haroldo, yo hice que a ella le dijera el nombre también», recuerda entre risas.
Sobre la evolución del pequeño: «Los médicos están muy contentos. Renzo demostró tener una fuerza increíble, pero los doctores son todavía muy prudentes, no hay una fecha aproximada de alta ni nada». «Lo próximo es seguir esperando su evolución. Además, le tuvieron que dar muchos paletazos para revivirlo y la herida del tórax se abrió un poquito y hay que es esperar que se pasen los dolores», contó Haroldo.
Lo bueno es que «Renzo está bien, se ríe, juega, baila acostado, todavía así porque pararse es un paso muy grande para él».